CHARANGA Y PANDERETA
Nación que vi arrojar por la ventana
y morir en la hora de la siesta;
que empeñas, por un día más de fiesta,
el pan de hoy y el hambre de mañana.
Tierra de tanta luz y tantas sombras,
navío sin patrón en la cubierta,
que el mundo observa, con la boca abierta,
y un día espantas y otro día asombras.
Cielo que, o bien diluvias o no llueves,
país que pasas rauda y bruscamente
de nuevo rico a pobre nuevamente,
santificando las noches de los jueves.
España de tocino y pimentón,
que el mar surcaste por comprar especias
y ahora, casi todas ya desprecias,
mirándote el ombligo ante el fogón.
País de las bocinas irascibles,
donde no es medio, sino fin, la prisa,
y el norte, ya perdido, a nadie avisa
de que ya pocas vías hay posibles.
España de pachanga y botellón,
que hiciste de tu historia una historieta;
España de charanga y pandereta:
cesa tu danza y cambia de canción.
Intenta corregir aquellas cuentas,
reinténtate y rescribe tu poema,
reiníciate ante el fallo del sistema,
reinvéntate, nación que poco inventas.
Juan Manuel Seco
del Cacho
Doctor en Filología
Profesor y
traductor
(VIII Antología pág. 189)
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