CICATRICES
Cicatriz es una señal de una herida curada y cerrada que
queda en
los tejidos, ya sean orgánicos o espirituales.
Cicatrices. De esto los españoles sabemos mucho, nuestra
historia
está llena de ellas. Unas las lucimos con orgullo porque
simbolizan
nuestra lucha por la justicia, la libertad o el amor.
Pero hay otras,
que no exhibimos tan alegremente. Son huellas de heridas
más
profundas y oscuras, que en muchos casos aún nos duelen
y emponzoñan.
Son testigos silenciosos de lesiones duras que se infligieron
nuestros
antepasados y con las que lidiaron nuestros abuelos,
nuestros padres,
y ahora nosotros. Parece que no cicatrizarán fácilmente,
incluso hay
heridas que aún supuran azuzadas por los tiempos que
corren.
No nos quieren dejar descansar, pensar, reconocer,
perdonar.
No nos quieren dejar avanzar.
Pero somos gente fuerte. Hemos luchado en mil batallas, y
aun
con motivos para abandonar, para dejarnos llevar por el
desaliento,
seguimos poniéndole una sonrisa a la vida.
Somos capaces de ver lo hermoso de los pequeños detalles,
que son los únicos que realmente están al alcance de
nuestra
decisión. De hacernos fuertes para seguir luchando,
para seguir sanando, cicatrizando.
Quizá llegue el día en que al mirar nuestra piel desnuda,
y
contemplar las marcas de nuestro pasado, dejemos de
sentir miedo
o vergüenza. El día en que seamos capaces de enfrentarnos
a
nuestros fantasmas, y entender todo lo que ese
sufrimiento nos
enseña. El día que realmente seamos dueños de nuestros
destinos,
cuando el dolor y el rencor dejen paso a la comprensión.
Ese día
volveremos a avanzar.
Rosa Mascarell
Giner
Arquitecta
XÁTIVA (Valencia)
(VIII Antología pág. 191)
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