ANHELOS
Si yo pudiera,
¡oh, mundo!,
encontrar
respuestas
y solamente con
propuestas
cambiar de la
vida el rumbo.
Si yo pudiera con
mi llanto
lavar tan solo
las heridas
¡oh, mundo!,
ciego y fratricida
qué no haría con
mi canto.
¡Oh, mundo!,
inhóspito y cruel
¡oh, mundo! de
frío y recelo
de engaños,
prisas y desvelos,
de odio y luchas
sin cuartel.
¿Cuándo llegará
el día?,
¿cuándo llegará
el alba?,
¿cuándo la luz
soñada
que ilumine
nuestras almas?
¡Oh, mundo!,
frío, cruel y de recelo,
de amos y
multinacionales,
de parias,
desvalidos y animales,
destrozados por
intereses negros.
¡Oh, mundo!, cuál
será la consigna
y cuándo llegará
la mañana,
que cambie
nuestras desgracias
en paz, amor y en
esperanza.
Luminosidad
brillante en la alborada
nebulosa de fría
niebla en su pureza,
metamorfosis del
cielo en su grandeza,
trueno que gime
en la quebrada.
Y como una
vibración inmensa
que sale y llega
de mi alma,
en continua
sintonía,
con la energía
creada,
siento cómo se
forman
un murmullo de
palabras.
Y en el vacío...
Pobre humano que
me escribes
la consigna, es
el “amor”
y el mismo,
está perdiendo la
batalla.
Antonio
Sánchez-Toledo Muñoz
Seudónimo: Santomu
CIUDAD REAL
(VIII Antología pág. 245)
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