EL LAGO ESPAÑOL
La siembra se complicó,
la cosecha distaba mucho
de lo que prometían
aquellas lejanas tierras;
promesas fútiles
cargadas de vacío.
Y sin embargo, velaría
por ellas
como por cualquiera de
los otros hijos que engendró.
Las naos, orgullosas,
surcaban las aguas
tenebrosas,
sus vientres hinchados
de seda y plata,
de ánimas y cuerpos
valientes y atrevidos,
amalgama de esperanza y
decepción.
Miedos y fatigas
navegaban
envueltos en galernas,
con la sombra del
naufragio acechando en sus mentes,
con su amada patria en
el corazón.
El galeón de Manila
rompía las aguas
del «lago español», ida
y vuelta en su afán
por engrandecer el alma
de la madre,
a tantas leguas de
distancia
y tan cercana en el
corazón.
Rey de la leyenda negra,
rey prudente,
rey propietario de ese
imperio
donde nunca se ponía el
sol,
forjado con ilusiones,
tesón y valentía,
hermanado por un mosaico
de razas
bajo la sombra de
aquella España grande,
aquella grandeza de
España.
Lola Sánchez Lázaro-Carrasco
POZUELO DE ALARCÓN (Madrid)
(VIII Antología)
Me encanta la ilustración, ¡¡¡muchas gracias!!!
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