ARMADAS INVENCILBES
Con motivo de celebrarse el cuarto centenario de la
muerte de los dos escritores más importantes del mundo, William Shakespeare y
Miguel de Cervantes Inglaterra y España se aprestan a celebrarlo. Si las
noticias son fidedignas, con una diferencia abrumadora a favor inglés. Una
paradoja que no es de hoy, en vida de los homenajeados también ocurrió.
Dos acontecimientos, de igual esencia y magnitud,
sufrieron y sufren tratamiento informativo dispar: uno conocido mundialmente y
el otro escondido en las bibliotecas. Dos Armadas Invencibles, hispana e
inglesa, con la diferencia de un año, agosto de 1588 y abril de 1589, surcaron
los mares dispuestas a conquistar parte del país enemigo. Paradójicamente, el
pueblo español conoce, perfectamente, el desastre de nuestra armada, la
ineptitud de sus oficiales, la baja preparación de la marinería y las condiciones
atmosféricas, pero pocos saben que una armada inglesa, tan poderosa como la
española, con el célebre Francis Drake al frente, cosechó un desastre igual o
mayor, gracias a la valentía de nuestros oficiales, soldados, marinos y pueblo.
Tras el desastre español, la reina Isabel I lo vio claro:
vayamos a los puertos españoles, destruyamos los barcos en reparación,
expoliemos la ciudad de La Coruña; conquistemos Lisboa, entonces parte de la corona
de España; pongamos un rey portugués, ya embarcado, Antonio de Crato;
conquistemos las Azores; controlemos el paso de las flotas de Indias y
penetremos en tierras de Brasil. Nada consiguieron. Regresaron a Plymouth
derrotados. Gracias a la heroicidad de los españoles, que evitó también, que
Portugal se convirtiera en un vasallo de Inglaterra. Nunca se dio a conocer, a
pesar de que entonces la lengua franca del mundo era el castellano. ¿Por qué?
Adrián Herrero
Casla
Nacido en MADRID,
reside en Benidorm
Diplomado en
Dirección Comercial por ICADE y en Cultura y Civilización por la Universidad
Carlos III
Ingeniero técnico
de ICAI jubilado
(X Antología)
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