«He blandido mi espada contra cimitarras, lanzas y escudos sin piedad, he defendido el honor de mi rey y mi patria frente a bárbaros invasores… Pero no me han faltado entuertos y vicisitudes que resolver… Hoy soy un anciano infinitamente condecorado y reconocido por mis servicios a la patria… Soy, sin duda, un hombre venerado» (pág. 126, René Pérez Pérez, «Don Quijote Revolution 2.0»).
No hay comentarios:
Publicar un comentario