jueves, 12 de noviembre de 2020

«RE-VIVENCIAS»

 



MASAS
 
Las «masas», concepto dinámico
que ha pasado de lo estático, propio de la masa homogénea,
a un concepto plural de las masas, en movimiento.
 
Estos son los fenómenos de masas que se dan en todo tiempo
y circunstancia y que no creo
se hayan estudiado convenientemente.
 
¿Cuándo se crean las masas y por qué?
 
Para mí las masas se mueven, cuando fermentan,
lo que es una obviedad que trasciende
de su nuevo proceso físico.
 
Hay fermento en la masa
cuando se altera su composición natural,
cuando se introducen elemento perjudiciales o
cuando simplemente se quiere atentar a su estado natural.
 
Hay pues que estudiar sociológicamente, culturalmente y
políticamente el concepto de masa e intervenir en cuanto
pasa al plural, porque entonces las masas actuarán de forma
prácticamente determinista, sin posibilidad de restaurar el
equilibrio de la masa en singular.
Hay que hablar de derechos y de deberes de las masas,
Porque existen.
Si el individuo existe, si la familia existe, si los partidos
existen, también las masas existen.
¿Hay fermento en la sociedad? Por supuesto,
ya que no es dada la perfección humana.
 
Si el fermento es un síntoma febril que denota una alteración
en el estado de salud de una determinada parte de la
sociedad —masa— es preciso conocerlo y actuar sanitariamente.
 
Devolver la salud a las masas es primero conocer
cómo está hecha la masa,
y segundo cómo se ha alterado su composición.
 
Las masas se mueven y los gobernantes no saben cómo
apaciguarlas y cómo contenerlas.
 
La masa y la célula. Cuando la célula se convierte en
fermento, la masa se altera para bien o para mal.
 
Hoy las masas se mueven por el fanatismo, por el racismo,
por el nacionalismo, por el consumismo, y todo esto es malo.
Las masas existen y eso es bueno.
Antes que los partidos, antes que las constituciones.
 
Hay rebelión de las masas. Cuando el orden que se les
impone es injusto o excesivamente rígido y trasnochado.
 
Jesús, Mahoma, Buda, Gandhi predicaron directamente a
las masas y las pusieron en movimiento.
 
Lo malo es que las masas otorgan poder y
¿quién detenta ese poder?
Las masas son como el mar.
En calma, majestuosas, en furia, incontenibles.
¿Es posible, mantener en calma el mar y las masas?
¿Podemos los hombres estudiar el mar y las masas
para que no nos desborden?
Hagamos estudios y ecologías del mar y de las masas
y prevengamos sus movimientos antes de sufrir un
maremoto social que venga de la intolerancia,
el fanatismo, de la xenofobia.
 
(Fernando Orlando, Tomo II, pág. 347)
 

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