MEDIACIÓN
Hay veces en que es necesaria la mediación.
Se han dicho cosas, se han adoptado posturas, tan
opuestas,
que hacen indispensable la mediación de una tercera
persona.
La labor de mediación es siempre generosa y poco
agradecida.
Mediar entre dos partes es dar a cada uno lo suyo,
tratando de encontrar una solución justa.
Para mediar hace falta un prestigio, una autoridad
moral.
La mediación exige identificarse con los problemas de
las personas,
para comprenderlas por encima de sus circunstancias
especiales.
Estudiar los problemas, comprender a las personas,
hallar las soluciones.
Después de ver clara la solución
hay que buscar la aceptación de las partes,
que es lo más difícil.
Renunciar al orgullo, a la postura tanto tiempo
defendida
es muy difícil.
Delicadeza. Para buscar puntos de encuentro
y zonas de común entendimiento.
No herir. Buscar las piezas rotas del afecto
y recomponerlas con paciencia.
Razonar. Llegar a la razón a través del corazón.
Para mediar hay que amar sin deseos de recompensa.
Si tenemos humildad, sabremos aceptar la mediación.
(Fernando Orlando, 1971, Tomo I)
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