EL NIÑO, EL
REY Y LA ENCRUCIJADA
No doy crédito a que,
después de luchar a brazo partido por instaurar la unión de cuantos variopintos
pueblos habitan nuestros imperios, después de «facer Hispanias» como jamás
cristiano o bárbaro hiciese, no pueda con este muchacho.
Utilizo las armas de la
ciencia y la literatura. Soy hombre de Dios, he sometido con la palabra a
feroces guerreros cuyo intelecto adolecía del término piedad. He batido con mi
astucia y el poder del conocimiento cuerpos y almas de robustos hombres, hasta
hacer hincar vigorosas rodillas que otrora aplastasen vorazmente enemigos.
Yo, Isidoro de Sevilla,
valedor de nuestro territorio, docto conversor, erudito compilador de tratados
litúrgicos, históricos y artísticos, infatigable bienhechor por la unidad
lingüística de nuestra Hispania, siento doblegarme ante el efebo vástago de mi
hermana Teodosia. Recaredo, nombre del niño, fue imposición mía, y ya detonaba
desde su nacimiento orondos atributos de los que hoy hace gala.
No encuentro manera
humana ni divina con la que convencer a mi sobrino de que porte blanca túnica,
arguyendo el muy díscolo que la ornamentación que le place es la negra. Me
esperan grandes mandatarios en palacio para adoctrinarlos sobre el rumbo a
tomar de territorios conquistados. Aguardan figuras eclesiásticas para mi final
ratificación de concilios que doy fe reconducirán y fijarán términos históricos
de la Iglesia cristiana. Decisiones que solo yo soy el elegido a tomar… Y aquí,
enredado a su cargo, no soy capaz de lograr que una criatura que moja su jergón
vista según mi beneplácito.
Compleja esta la razón
humana que no otorga una instrucción matemática para su entendimiento, que no halla
un funcionamiento único, que no aúna mentes como yo hago con las razas.
Es justo vaticinar que
este bandido será rey.
René Pérez Pérez
Arquitecto técnico y formador desde su Palencia natal
Publicaciones: La piedra de las ranas; Caramelos con espinas y El destino escribe en cuadernos dorados
Vive ilusionado dibujando
y escribiendo. Disfruta de un montón de relatos que le apasiona
crear, pues le permiten explorar estilos tan gratos como estos históricos que
propone el Premio Orola
(XVII Antología)
Arquitecto técnico y formador desde su Palencia natal
Publicaciones: La piedra de las ranas; Caramelos con espinas y El destino escribe en cuadernos dorados
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