Misterio.
Ante el nacimiento el hombre se reduce a polvo
y su razón se hace pequeña, diminuta.
Y el hombre sólo puede hacer una cosa: esperar.
La soberbia del hombre se inclina, confusa,
ante el misterio de la navidad.
La mujer, sufre, y el hombre asiste impotente
a su paternidad.
Si no hubiera fe, si no hubiera poesía,
la paternidad sería,
una palabra más, vacía de sentido.
La mujer sabe que la maternidad -amor, dolor, alegría-
es la más pura esencia de la poesía.
el misterio de la vida es la prision de la razon ,los clavos espinados del miedo , rebosados de mentiras susurrados al alma en zafiros de ilusion
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