OBSESO
Le perdía tanto esa racionalidad ahorrativa,
ese obsesivo aprovechamiento máximo de los recursos,
esa idolatría del reciclaje...
que una vez vio sobre el suelo
una silueta dibujada con tiza
y se tumbó -acomodándose a su forma-
y se murió allí mismo, instantáneamente, de muerte natural.
Saludos
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