martes, 22 de marzo de 2011

Más Haikus y vivencias solidarias con Japón


En la mañana,
ocaso y el llanto
cedo mi mano.
Entre las ruinas
resistiendo al dolor,
la flor se queda
Una cadena
Fundidos en abrazos
Calor humano
Tierra Mar, hombre
Ruge la Naturaleza
Respeto Amor
Silencio Dolor
El agua, el fango y la muerte
La ayuda muda
Samuráis valientes
De poca sonrisa
Y gran corazón
Kimono negto
blanco vapor hirviendo
rojo corazón
Delicada taza,
que asida de unos finos dedos,
cae de golpe al suelo,
al participar de la ceremonia del té.
Dolor profundo,
vomitando la tierra.
Dolor de todos.
¡Qué duele el alma!
La fibra se conmueve
tras la marea.
Y estoy aquí:
orando por tu pueblo
lejos y en casa.
Partículas atómicas
No son suficientes
Para doblegar a Japón
Guerreros combaten gigantes radiactivos.
Abuela sin nieto riega dos árboles enanos.
Japón emerge.
Lloro tu llanto
como el rocío al alba
mi Nihon-koku
Grullas de papel
sobrevuelan tu dolor
Sol de oriente.

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