Era ella mujer dormidina,
vermú, aspirina y marihuana,
citalopram, hierbabuena y valeriana,
vino, hash y café.
Era ella mujer tranquimazín,
coca, ponche y chocolate,
tabaco, ibuprofeno y mate,
jaque, ron y pariet.
Era ella mujer orfidal,
blues, jazz y flamenco,
popper, viagra e incienso,
lociones y cremitas para el acné.
Era ella mujer prozac,
orujo, vainilla y cerveza,
idalprem, dolor de cabeza,
almax, paracetamol y miel.
Era ella mujer echinacea,
omeprozol, vaselina y yantares,
condumios, pitanzas y bares,
tequila, tisana y té.
Era ella mujer buena y mala,
flujo, sudor y pelos,
saliva, excremento y celos,
canela y piel, piel, piel.
Vivencia escrita por Alberto González Martín, de Cuenca.
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