en mis pensamientos, que coprotagonizas mis fantasías
más recónditas, que los fines de semana me resultan eternos
por no verte.
Quisiera poder coger tu cara con las dos manos,
peinarte las cejas con los labios, cerrarte los párpados a besos
y lamer tu nariz hasta llegar a la boca, donde mi lengua jugaría largo rato
con la tuya. Luego, hundiría el rostro en tu cuello
y lo mordería hasta llegar a la clavícula, que intuyo muy bien perfilada.
Pero me limito a llevarte el café cada mañana, de lunes a viernes,
con ganas de ser visible para unos ojos
que sólo abandonan fugazmente la lectura del periódico
cuando dejo la taza sobre la mesa.
Y antes de darte la espalda y volver a la barra, miro tus manos,
aspiro tu aroma de señor recién duchado
y te mando un beso silencioso cargado de deseos.
Escrita por:
Ana Serrat Foradada
BARCELONA
Maravillosa!
ResponderEliminarSi lluny de Roma
ResponderEliminarel mateix Cèsar
tan arrogant ell
ell tan orgullós
s'enyora de vós
senyora s'enyora
¿no m'he d'enyorar jo
que sóc cèsar de broma?
Anna, serà un "señor recién duchado", no ho dubto, però ha de ser molt desgraciat o molt xulo de no deixar el diari i llegir la tinta intensa de la teva mirada.
ResponderEliminarEmotivo, hermoso retrato de la pasión que late en secreto, discreta, intensa, que se consume y te consume en silencio. ¡Quien pudiera ser el tipo del periódico para remediar la historia! Aunque uno ya no esté en condiciones de pedir nada, nada más que perdón.
ResponderEliminar