jueves, 15 de marzo de 2012

HERIDAS

Mamá me ayuda a vestirme. 
Me peina una coleta y la abraza con un lazo celeste. 
Luego me mira y da su aprobación. Mamá está muy atareada. 
No deja de ir de un lado a otro. De la cocina  a la habitación. 
Vuelve a detenerse a mi lado, moja sus dedos en saliva 
e intenta domar el remolino en el arranque de pelo de la frente. 
“Mamá”, llamo. Pero no escucha. 
Va otra vez a la cocina y bebe un sorbo de tisana. 
“Mamá”, insisto. 
Y ella me dice que no tiene tiempo para nada, que se ha hecho tarde
y debe arreglarse para estar bien guapa. 

Se coloca la pamela frente al espejo. 
Se mira y remira, buscando algo que hacer.
Pero no hay nada. Me acerco y la abrazo.
“No debí aceptar la invitación a la boda de tu padre”, dice al fin. 

Deja caer las manos a lo largo del cuerpo y se echa a llorar.
Lola Sanabria García
Técnico Auxiliar en centros ocupacionales
MADRID

3 comentarios:

  1. Muchísimas gracias por publicar mi microrrelato, tan bien acompañado nada menos que con Joan Baez. Fue un placer participar en el certamen y asistir al acto de entrega de premios.

    Abrazos a pares.

    PD. Creo que se os ha colado una tilde en el que de algo que hacer.

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  2. Lola, me ha encantado encontrarte aquí y leer tu magnífico relato. Un beso vivido.

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