viernes, 16 de marzo de 2012

LA ESCENA

La escena me cautivó. Una joven madre de rasgos nórdicos.
De su mano otra pequeña noruega, la misma melena y los mismos ojos. La mujer viste unos vaqueros y un jersey que realzan
su figura. La hija viste un “pichi” y una camisa de cuadros.
Ambas corren seguidas de un cachorrillo de perro que a duras penas es capaz de seguirlas mientras ríen ruidosamente,
y a juzgar por el color de sus mejillas, deben llevar un buen rato corriendo y riéndose. La joven resbala y rueda sobre el césped.
La niña sigue sus pasos y ambas se revuelcan por el suelo, llenándose el pelo y la ropa de hojas secas.
El cachorrillo contagiado brinca sobre ellas. Ahora las risas se han convertido en carcajadas, que por simpatía me hacen esbozar una sonrisa, y mientras las observo, pienso en lo fácil que es a veces ser feliz. Y con la sonrisa en los labios, me pierdo entre el tráfico de la ciudad.


Jorge Cerezo Zamorano
MURCIA
Finalista del XV Concurso de relatos cortos “Juan Martín Sauras”, 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario