jueves, 30 de agosto de 2012

ANTOLOGÍA 2011: DE REPENTE, UNA MAÑANA

El olor a café impregnaba la mañana.
El ánimo en guardia al vértigo dispuesto.
En la cama el naufragio exhibe sus restos.
Los escenarios alternativos tras la ventana.

Tu ropa testimonial que ausencia emana,
augura tempestad y un ya familiar gesto
dócil, aprensivo de desazón irredento.
Recurro al hábito, coreografía vana.

Pero ya no estabas en mi brújula constante.
Te extinguiste en el mar de mis desvelos.
Alivio entre las brumas, tregua salada,

tempestad pretérita de calma anhelante
que trajo pasos renovados, final de duelo
y una extraña tristeza inesperada.


Lucas Tintó Villarrubia
MADRID

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