1º PREMIO: "EL MURO"
AUTOR: Ulyses Villanueva Tomás, de Alpedrete
Con un estilo sobrio y conciso, esta vivencia denuncia cómo, en una sociedad que carece de mirada crítica, una postura totalmente arbitraria tolerada a lo largo del tiempo, puede crear barreras y divisiones que limitan nuestra manera percibir la realidad y en definitiva, nuestra libertad.
El mimo se puso un traje de
ladrillos estampados, se maquilló cuidadosamente la piel de la cara y las manos
con hollín y se quedó completamente quieto en mitad de una calle peatonal. Fue
tan buena su interpretación que pronto se llenó de carteles electorales y grafitis
multicolores. Los perros se acercaban hasta él para hacer pis y, con el paso
del tiempo, dividió a la ciudad en dos partes. Nadie supo muy bien por qué dos
militares comenzaron a pedir la identificación a quien deseaba pasar al otro
lado. Poco después otro mimo disfrazado de alambrada se tumbó encima del muro y
ya no hubo manera de cruzar.
2º PREMIO: "DULCE DUEÑA"
AUTORA: Diana Irene María Blanco, de Eduardo Castex, La Pampa, Argentina
A través de un elaborado lenguaje poético, esta vivencia nos muestra a una mujer que, tras un periodo en el que se ha refugiado "con el corazón devastado", emerge al fin, distante todavía, pero "rotunda y plural como una ola" y con un pleno dominio sobre sí misma.
Cómo decirles a mis
manos
que tuve que apagar
todas las luces
y hacer de la
caricia un relámpago antiguo.
Que debí esconder
mi fuego
para que no me
robaran las llamas.
Que hube de
refugiarme en la espesura,
y lamer mis
heridas, juntar trozo a trozo
mi corazón devastado.
Cómo explicarles
que mi sangre
debió ser una
mariposa lenta
en los frutales
caminos de mi vientre.
Que apreté mis días
de piel confundida
para que no me
quitaran el tiempo de la siembra.
Que amordacé
palabras para que no pisaran
la huella de mi
aliento.
Cómo decirles que
esta mujer que soy,
distante como las
hojas brillantes de los álamos,
rotunda y plural
como una ola,
al fin, se
pertenece.
3º PREMIO: "GRACIAS A LOS QUE AMAN..."
AUTORA: Eva María Riber Herráez
Tú me enseñaste a construir amaneceres y a levantar la casa con caricias.
Y te observé, cada
día, cuando pintabas las paredes con grandes y hermosas sonrisas.
Sin ruido, sin
esfuerzo, cortaste la cuerda de la cometa gris de egoísmo. Voló y se alejó
abriendo el cielo.
Fue tan fácil
alcanzar a tu lado el arcoíris, que pude convertir las palabras y los gestos en
los colores más bellos.
Sabías cómo
inventar los días y las noches. Retirabas las persianas del odio y encendías el
fuego de la hoguera para quemar en ella los leños de soberbia.
Así, simplemente
amando, me mostraste cómo detener el tiempo y calmar la tempestad y la
tormenta. Entonces se cubrió el cielo de esperanza y el sol secó una lágrima de
tristeza.
A tu lado aprendí a
amar, solo dando. No perdí. ¡Cuánto ganado!
Gracias a los que aman
sin esperar nada.
Trascurrido el tiempo brillarán vuestros recuerdos hoy plasmados como fulgor de luz en nuestros recuerdos.
ResponderEliminarMi enhorabuena a los tres ganadores de este año.
Abraixas
¡Hola! ¡Felicitaciones a los ganadores!
ResponderEliminarEn especial a mi compatriota que recibió el segundo premio con ese poema visceral.
El primero me gusta mucho. Original, sobrio, metafórico. Y un artista como protagonista.
Muchas felicidades a los ganadores.
ResponderEliminar¡Enhorabuena a los tres! Muchas felicidades. He de decir que los tres tienen ese "algo" especial; pero el 2º y el 3º han "tocado" mi alma.
ResponderEliminarGracias y un saludo.
Comparto esa opinión contigo,sin embargo la tercera vivencia es mejor acogida por mi corazón en estos días. ¡ Enhorabuena a los tres! gracias por hacer grande este concurso.
EliminarUn saludo.
Enhorabuena a los premiados.
ResponderEliminarUn saludo
Enhorabuena a los tres ganadores, en el primero creo que se ve la sombra del 15M- Sol.
ResponderEliminarel segundo y tercero iluminan el alma y alegran el corazón.
Para el próximo año, tendré que afinar bastante, la calidad de todos es muy buena.
Comparto las 3 vivencias ganadoras del Premio Orola 2013 en mi facebook de Comparte Positivo
ResponderEliminarMe parecen todas magníficas, merece la pena leerlas y disfrutar.
Enhorabuena a los agraciados!
Un saludo en #positivo.
Virginia
Pelín cursis, no?
ResponderEliminarExcelentes; la ganadora me ha parecido especialmente buena. Muy directa, con mucho mensaje. Enhorabuena.
ResponderEliminarenhorabuena! la ganadora me parece excelente. a seguir escribiendo!
ResponderEliminarNo tengo tiempo para escribir un mensaje corto, será largo. ¡Horror! ¡Qué agudo era Twain! No sé dónde he enviado un comentario en el que cuento cómo al final volvemos a nuestros inicios. Los devaneos - no, nada de "flirteos" - con las Vivencias Orola empezaron allá por 2008, cinco años después sigo dejando fluir, con otros muchos autores, un sentimiento, un río, un beso, un tiempo, alguien dirá que es cursi... ¡no, qué va! Es sincero. Lo mejor de todo es contemplar la evolución en los escritos, también en los autores, no menos en los editores. Vivencia, o "experience", más bonito lo primero... "vivencióloga empedernida" me declaro. Puestos a inventar, la "Vivenciología" me ha atrapado, para bien. No me gusta poner etiquetas, pero si dejar volar la imaginación. He dejado salir mucho de mí, pero también he dejado entrar, cumpliéndose aquello de que "todo lo que enviamos a la vida de otros nos es devuelto a la nuestra". La mejor medida, la del amor y amar sin medida. El amor unido a la libertad. El secreto está en sentir. Recuerdo 2009, era octubre en Madrid, el acto de entrega de premios Orola. Luego 2011, una visita para adquirir otro volumen de Vivencias. Entonces me fue regalado un tesoro, un tomo de Vivencias del "maestro". No me las quedo para mí, las comparto, con el ejemplo si es posible. Hoy beso a alguien, es una adivinanza, un reto que lanzo y que los más avispados descubrirán. Lejos ya de la "SS" de la Soledad y el Silencio, agradezco todo lo que ha propiciado mi contacto con el mundo de las Vivencias. Atemporales ellas. Sin tierra, pero enraizadas. Tres regiones de esta España me han acogido, y ¡tantas personas! Este año, como me ha enseñado alguien, simplificaré más aún y metida de lleno en la teoría del desapego, diré que cada día la vida me regala más vida. Mi nombre se puede diluir, no me importa. Los pseudónimos están para algo. Mientras, esa fuerza poderosa, eterna e incomprensible nos anima a todos a seguir adelante. Tarea ingente la de los editores, la de quienes escriben...¡cuánto da de sí una Vivencia! La de este año es de color amarillo, ¡a por el arco iris! Termino citando a San Agustín: "La fe es creer en aquello que non ves; y la recompensa de esta fe es ver aquello en lo que crees". Gracias de nuevo a todos, también a Glauco, siempre gris perla.
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