Como
venimos haciendo en días anteriores, seguimos publicando vivencias de la
Antología 2013.
SILENCIO
No podía soportarlo más. Aquella situación estaba
haciendo
mella en mi personalidad y en mi comportamiento con las
personas que me querían y que se preocupaban por mí.
Mis padres no me entendían y no sabían ya qué más hacer.
Hablar con los profesores no había funcionado, así como
tampoco había servido que me llevaran a un psicólogo.
Nadie había logrado que dijera una sola palabra, hacía un
año ya
que ni siquiera yo mismo escuchaba mi propia voz.
Doce meses de silencio absoluto, interrumpido únicamente
por mis pensamientos y mis llantos. Había perdido a mis
amigos
y la relación que me unía a mis padres. No podía
soportarlo más,
así que me planté ante ellos y, con el mayor esfuerzo
que había hecho en toda mi vida, les dije:
“Papá, mamá, sufro acoso escolar”.
Lara
Carrasco Pérez
(VII
Antología pág. 181)
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