Como
venimos haciendo en días anteriores, seguimos publicando vivencias de la
Antología 2013.
LA PESADILLA
Aquel día fue una pesadilla. ¡Qué torpeza!
Cometer ese error fue algo imperdonable.
Yo, que hacía décadas que vivía feliz, me vi, de repente,
envuelto en una vorágine de sentimientos contrapuestos.
Espantosas pesadillas salidas de algún oscuro lugar,
desconocido
hasta entonces para mí, atenazaron mi alma y me
impidieron,
desde aquel mismo momento, seguir disfrutando de mi
ignorancia.
De un instante al siguiente se desplomaron convicciones
bien
cimentadas, me asaltaron temores irracionales que
acongojaron
mi espíritu y, sin poder evitarlo, perdí mi inocencia.
Aquel fue el día más triste de mi vida.
¡Cómo pude cometer semejante error!
Y todo ocurrió por una casualidad, o quizá fue por la
malsana
curiosidad nacida del tedio. ¿Cómo se me ocurriría
conectar
aquel televisor, que llevaba media vida apagado,
justo en el momento en que daban las noticias?
Vidal
García Morales
SAN
AGUSTÍN DE GUADALIX (Madrid)
(VII
Antología pág. 281)
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