viernes, 3 de octubre de 2014

ANTOLOGÍA 2013: EL MURO


EL MURO

El mimo se puso un traje de ladrillos estampados, se maquilló cuidadosamente la piel de la cara y las manos con hollín y se quedó completamente quieto en mitad de una calle peatonal. Fue tan buena su interpretación que pronto se llenó de carteles electorales y grafitis multicolores. Los perros se acercaban hasta él para hacer pis y, con el paso del tiempo, dividió a la ciudad en dos partes. Nadie supo muy bien por qué dos militares comenzaron a pedir la identificación a quien deseaba pasar al otro lado. Poco después, otro mimo disfrazado de alambrada se tumbó encima del muro y ya no hubo manera de cruzar.

Ulyses Villanueva
MADRID
(VII Antología pág. 11)

No hay comentarios:

Publicar un comentario