Texto de la intervención de
Fernando Orlando en la Presentación de la VIII
Antología en la Biblioteca Regional de la Comunidad de Madrid hoy viernes 7
de noviembre de 2014:
«Iltma. Sra. Subdirectora
General de Bellas Artes del Libro y de Archivos de la Comunidad de Madrid, Dª
Isabel Moyano, Sr. D. Alberto Sainz, representante de la Fundación de
Esclerosis Múltiple de Madrid, queridos amigos del Jurado y lectores del “Florilegio”,
autores premiados, autores antologados y por fin amigos todos los que asistís
año tras año, a esta fiesta literaria del Premio Orola, que celebra hoy su VIII
Edición.
¡Bienvenidos todos!
Este año el Premio Orola, ha roto las amarras, se ha lanzado al mar
abierto, largando sus velas al viento para “facer Españas”.
La empresa ha sido dura.
Enfocar las vivencias hacia un tema monográfico obliga y compromete a los autores
a crear una nueva ruta literaria, en un momento histórico en que se está
cuestionando todo y quizá por eso muchos no se han atrevido, no han osado
embarcarse en esta empresa.
Sin embargo ha habido 184
valientes, de los cuales 95 son hombres, y 89 mujeres, que han concursado y de
entre ellos 100, han merecido que sus vivencias sean publicadas en la Antología que hoy presentamos.
Y es que “facer Españas” es
un proyecto fascinante que ha sacudido la modorra histórica de los adormecidos
españoles de fin de siglo XX.
La vocación de esta
editorial es la de promover las vivencias como género literario y responde a la
exigencia humana de filosofar, de “ensayar” que diría Montaigne de una forma
bella, poética, que invite al diálogo, reflexión y comunicación.
Después de siete años de
experiencia, hemos propuesto un tema que en tiempos de crisis, recurrentemente
aparece en los textos de los autores iberoamericanos, “el ser de España”:
nuevamente se cuestiona nuestra entidad y nuestra identidad. Y levanta
pasiones.
Frente a esta hipertrofia
secesionista, germinada y alimentada de forma partidista y excluyente por
extensos sectores de la sociedad española, el Premio Orola levanta bandera, a
favor de los “quijotes y soñadores” que han hecho de la cultura española un
proyecto maravilloso que nos permite seguir soñando realidades de “facer unas
Españas” como las idearon desde Isidoro de Sevilla, Alfonso X el Sabio, Isabel
y Fernando, Cervantes, Teresa de Jesús, el Inca Garcilaso, Quevedo, Calderón, Lope
de Vega, hasta Machado, Lorca, Ortega, Unamuno, Zambrano, Menéndez Pelayo,
Borges, Paz, Hernández, Neruda, Vargas Llosa, García Márquez, Rosalía, Blasco,
Saramago, Cela, Pla y tantos otros.
Yendo a los orígenes,
íberos, vascones, celtas, fenicios, cartagineses, griegos, y finalmente tras
doscientos años de conquista, romanos, nació Hispania, cuando Roma era una
república modélica que nos enseñó a construir ciudades, acueductos, puertos,
templos, circos, termas y foros. Unió Hispania con sus calzadas de norte a sur,
de este a oeste y circunvaló toda la península ibérica, para llegar con sus
naves a todo Portugal, Galicia, Cantábrico, Aquitania y Britania.
Nos dio el idioma común.
Aprendimos a convivir y llegamos, todos, a ser ciudadanos de Roma.
Hispanos fueron emperadores
como Trajano, Adriano y Marco Aurelio, y escritores y filósofos como Séneca,
Quintiliano, Marcial, Prudencio y Columela.
A los hispano-romanos que
dieron fe de Hispania, sucedieron los visigodos, que a partir de Ataulfo, se
fundieron con ella, abrazando su idioma, renunciando al suyo. Crearon la monarquía,
adoptaron el derecho romano, unificaron el Estado con las mismas leyes y como
Constantino aceptaron la religión católica. En realidad y visto desde la
perspectiva actual, fue la primera “transición” exitosa realizada en Hispania,
que por otra parte podía haberse llamado Gothia, como lo hicieron francos, ítalos,
germanos, anglos, daneses y sajones con sus respectivos países.
Con esta visión política y
estratégica hicieron de Toledo, capital del nuevo Estado y con sus Concilios,
unificaron la Iglesia española y convivieron con hispano-romanos y judíos,
siendo Toledo, León y Sevilla junto a Tarraco, Barcelona y Zaragoza, los focos
más ilustres de lo que San Isidoro de Sevilla llamó “Mater Spania” en su famosa
“Laus Spaniae”.
A partir del año 711 y hasta
1492 solo podemos hablar de la España irredenta, en una gesta sin precedentes en
la historia contemporánea, en la que se enfrentan dos concepciones de la vida,
la una cristiana y la otra musulmana, que aún hoy en día son causa de guerras
continuas. España supo resurgir desde las cenizas del siglo VIII, manteniendo
el fuego sagrado de la Hispania de los hispano-romanos y de los godos, siendo
el único país del Mediterráneo que recuperó su identidad histórica, frente a
los musulmanes. Esta es la España que siempre ha sido desde hace más de veinte
siglos, porque es históricamente impropio hablar de España, solo a partir de
1492. Por eso podemos hablar de “facer Españas” desde el año 572 en que Leovigildo
logra unificar la entera Hispania bajo su corona y mantenerla unida a través de
sus sucesores hasta el año 711. Estas raíces no se perdieron, sino que
sustentaron los diversos reinos de la Reconquista que formaron las Españas que
soñaron, que realizaron, en las Américas y que reverdecieron con la creación de
veinte nuevos países hispanos. A este propósito conviene recordar que Cuba y
Filipinas consiguen su independencia en 1898 y sus adalides José Martí, José
Rizal y Emilio Aguinaldo fueron espléndidos escritores en español y nunca
renegaron de los valores recibidos de la cultura española.
Ante el dilema de “facer
Españas”, que lo hacemos cada día cuando españoleamos más de quinientos
millones de personas en el mundo, me pregunto si no basta o si antes es preciso
“soñar Españas”.
Yo sueño, nuevas empresas,
nuevas gentes que sepan cautivar, a las naciones, y sobre todo a los audaces.
Yo sueño entenderme con los
hermanos que hablan nuestro idioma desde hace más de mil años.
Sueño que nos unen lazos
trenzados y tensados a lo largo de siglos, con las fibras inconsútiles de la
sangre, la fe, la idiosincrasia y el acervo cultural que hemos ido creando a
este lado y al otro del océano.
Por todo esto “facer
Españas” es un proyecto literario atrayente: 541 vivencias y 185 autores han
respondido a nuestra llamada.
En el “Florilegio” se resume
la esencia de sus vivencias y en la Antología
podrán disfrutar de su lectura íntegra.
Han participado autores
castellanos, andaluces, asturianos, mallorquines, valencianos, murcianos, así
como argentinos, bolivianos, colombianos, cubanos, mexicanos, peruanos,
uruguayos, norteamericanos, venezolanos y de Guinea Ecuatorial.
Todos han respondido a
nuestra llamada y la respuesta ha sido como el eco de la caracola marina, que
habita en nuestro corazón hispano.
Lo hispano es un trasunto de
esperanza, unidad y libertad.
Todos debemos participar en
esta empresa. Cuantos más, mejor.
La literatura y más aún la
poesía, constituyen la estructura del alma, el misterio que nos acucia, la verdad
que se atisba, la justicia que se busca.
La literatura es arte, y
como tal aspira eternamente a la belleza, que a su vez es un sueño.
Soñar es ansiar la libertad
y cambiar la realidad.
Soñar es ser uno mismo y al
mismo tiempo, los demás.
Bello es escribir, bello es
amar,
y bello es…… soñar.
Soñar Españas, “facer
Españas”.
Soñar las Américas, “facer
las Américas”.
(…) Después de conocer a los
ganadores y sus vivencias, vamos a proceder a la lectura del “Florilegio”, ese
opúsculo que este año hemos incluido en la Antología
y que en pocas páginas nos resume las cien vivencias en un todo que parecería
escrito por la misma mano.
Se
encargan de su lectura, como otros años, Miguel de los Santos, Julia Fernández,
Francisco Loredo y Adriana Davidova (…).
CONCLUSIONES
1ª El Premio Orola ha
superado la prueba del tema monográfico. Hemos publicado una Antología gracias a cien autores, que
representan el “ser de España” a través de sus vivencias.
2ª Todos unidos por nuestro
idioma común, el español y por el sentimiento de hermandad que aflora
espontáneamente en nuestras relaciones personales.
3ª El español une a quinientos
millones de seres que, en muchos casos, al pertenecer a distintas etnias,
tienen idioma propio, siendo el español la lengua franca que permite la
coexistencia en España, en México, en los Países Andinos, en Centroamérica, en
la Amazonia, etc. de innumerables lenguas que conviven perfectamente con el
español, como el catalán, el gallego y el vasco en España que suponen unos
siete millones de personas, y el quechua, el aimara, el guaraní, el náhuatl y
otros cientos de lenguas indígenas amerindias que oscilan entre quince y
diecisiete millones lo que hace un total de unos veinte millones de personas, o
sea un 4% del total de quinientos millones.
4ª Si pretendemos “facer
Españas” es porque creemos que es nuestra vocación y nuestro deber el fomentar
el ideal de la comunidad hispana hermanada bajo sus antecedentes cristianos que
hoy están tan bien representados por el argentino papa Francisco. El papa no
entiende los planteamientos excluyentes de los nacionalismos que fraccionan la
sociedad en tantas guerras fratricidas que hoy no tienen sentido alguno.
“Facer Españas” es crecer
humanamente, respetando la diversidad de los pueblos, dentro de la unidad del
género humano, sin barreras ni fronteras artificiales, creadas por nosotros.
Si estamos unidos no nos separemos.
Si la lengua, si la religión, si las costumbres, nos unen, no demos un paso
atrás. Tratemos de fomentar lo que nos une.
En el pequeño laboratorio de
ideas que es el Premio Orola podemos observar lo siguiente: al tema de “facer
Españas” han respondido 184 autores que provienen:
- 142 de las Españas
- 42 de las Américas
De estos 42 hispanos, 10 son
argentinos y los restantes 32 son por orden decreciente: cubanos, mexicanos,
colombianos, venezolanos, peruanos, uruguayos, bolivianos, salvadoreños y
portorriqueños.
De los 142 españoles son por
orden decreciente como aparece en pantalla:
- 43 de la Comunidad de
Madrid
- 26 de ambas Castillas
- 17 de Andalucía
- 13 de Cataluña
- 12 del País Vasco
- 10 del País Valenciano
- Y el resto hasta 34 de las
demás comunidades autónomas
En cuanto al seguimiento en
nuestra web, recibimos 100 visitas diarias con un total de 90000; y en el blog
200 visitas diarias con un total de 145000 entradas.
Con respecto a la
participación por sexos:
- Los hombres son 95 y
representan el 52% frente al 37% del año pasado.
- Las mujeres son 89 y
representan el 48% frente al 63% del año pasado.
Las conclusiones primeras
son obvias:
1ª El tema ha interesado en
toda España y en toda Hispanoamérica.
2ª El tema “facer Españas”
ha sido mejor recibido por los hombres que las mujeres.
3ª Predomina la vena poética
al tratar el tema.
4ª Variedad de enfoques: desde
la emigración a partir de ambas orillas del Atlántico, al reencuentro de todas
las familias hispanas, incluida la sefardí.
5ª La crítica a la situación
actual económica, social y política y la necesidad de reinventar España.
6ª Hermandad, familiaridad,
nostalgia de unas Españas nuevas, llenas de esperanza y de unión.
Ruego a los autores aquí
presentes, se levanten todos, y digo todos porque vosotros sois los
protagonistas de esta fiesta que constituye un homenaje anual a nuestra querida
lengua española.
Todos los años os digo que
esto nos anima a seguir adelante con nuestro proyecto. Tenemos una cantera
fenomenal de escritores que sois vosotros y además tenemos un ideal.
Vamos a acercar la
literatura a mucha gente y vamos a ser testigos y testimonio de nuestro tiempo.
Estamos inmersos en una
crisis moral y económica que nunca habíamos conocido. Esto es así.
Y no podemos claudicar. Este
es nuestro reto.
En nuestras vivencias hemos
de anunciar siempre un mundo nuevo, un hombre nuevo, contando nuestro dolor y
contando nuestra esperanza.
No renunciéis jamás a crear
que es la más maravillosa potestad que Dios nos ha dado.
Este año hemos puesto en marcha
el proyecto de “facer Españas. Una vivencia ambiciosa” como lo define mi amigo Paco Loredo.
Todos cabemos dentro de este
concepto. Quinientos millones de seres que hablamos el lenguaje de Cervantes, de
García Márquez y de Vargas Llosa y de los cincuenta millones de hispanos que en
Norteamérica crecen exponencialmente año tras año.
“Facer Españas” es el mejor
eslogan que nos tiene que volver a abrir las puertas en todo el mundo. Si antes
fueron los conquistadores, hombres sencillos que hicieron grandes gestas,
inventando el Nuevo Mundo al modo occidental, hoy tenemos que recrearlo a
través de la economía y la cultura; véase Argentina en literatura, Cuba en
educación y medicina, México que se industrializa a pasos agigantados, o Chile
que muestra lo mejor de un país emergente. España debe ser la punta de lanza
del mundo hispánico.
Sus empresarios ya lo han
captado y demostrado con firmas como Inditex, Telefónica, Repsol, Ferrovial,
ACS, OHL, Sacyr, Acerinox, BBVA, Santander, Iberdrola, Gamesa y tantas otras
que desarrollan sus actividades en los ámbitos del turismo, la industria
automovilística, en los vinos, aceites, frutos y productos hortícolas,
telecomunicaciones, editoriales, etc.
Por eso llamamos “facer
Españas” a todo esto que es volver a empezar.
Unamuno dijo “Me duele
España”. A mí, “Me duelen las Españas” pero creo en ellas. A pesar de todo, con
Américo Castro y con Sánchez-Albornoz, con nuestros logros y nuestros errores.
La “vivencia” es la palabra hecha vida. Usemos la vivencia para llegar a un
lenguaje común que una a todas las gentes y naciones de habla hispana.
A los peninsulares, a los
insulares y a los de ultramar que juntos sumamos quinientos millones de
personas.
Hay veintidós Academias de
la Lengua Española que velan por la salud de nuestro idioma en el Viejo y Nuevo
Mundo.
Existe la estructura que nos
permite crecer. Llenemos de ideal y contenido este bajel de ilusiones que
patrocina el Premio Orola.
Han dudado de la viabilidad
de nuestro proyecto. Hay quien se ha bajado del barco. Nos han tachado de
antiguos por usar el verbo “facer”. Han dicho que no podemos triunfar. Y yo digo
que podemos, claro que podemos… y queremos, claro que queremos.
No nos vamos a quedar solo
en el podemos, remedo anglosajón del “we can”, sino que vamos a decir muy alto y en un
verbo muy español que también queremos.
Queremos “facer las Españas”
sin perder ninguna oportunidad, sin
romper la unidad de nuestros lazos de lenguaje, fe y cultura. Claro que
queremos todo esto, frente al posibilismo de una quimera arbitrista, y queremos
ser españoles con todo el corazón abierto y estremecernos como dice Esteban,
cuando verbigracia un panameño en la Gran Vía madrileña, en la Muralla China, o
en Tegucigalpa, nos diga al oído: “Soy tu hermano”.
Esa hermandad que nos da la
lengua es un lazo impagable e imperecedero que debemos valorar y cuidar (…)».
Enhorabuena por la magnífica gala: erudita, literaria, histórica, entrañable... y por hacernos sentir como en casa desde el almuerzo, y por seguir brindando un año más la posibilidad de crear a, tal vez, más de doscientos autores de todo el mundo hispánico. He querido romper el silencio de los comentarios y felicitaros públicamente en vuestra propia casa a don Fernando y a ti, Ignacio, su digno y aplicado hijo, alma e intendencia del certamen. Un saludo desde Úbeda y aquí estoy para lo que necesitéis.
ResponderEliminar¡Muchas gracias Esteban! El éxito de esta edición recae sobre todo en la calidad de los textos ganadores, y en los de todos los participantes en la Antología.
EliminarUn abrazo