lunes, 5 de enero de 2015

ANTOLOGÍA 2014: AVELLANEDA EN CHINA

AVELLANEDA EN CHINA

Cuenta don Miguel de Cervantes en la segunda parte de su Quijote,
que recibió oferta del emperador de la China, nada más y nada
menos, para abrir allí un colegio del que se le nombraría rector. Oferta
nada despreciable para un hombre que no había pasado nunca del
sueldo de simple soldado, preso en Argel por los moros y luego en
Castilla, por no se sabe qué líos de recaudación de impuestos. No
obstante, rechazó la oferta tan tentativa y redactó una carta de la que
hemos sabido de segundas. La carta iba dirigida a un tal Avellaneda,
plagiario desafortunado de su ingenioso Quijote, y en ella decía:

“Muy estimado señor Avellaneda:
Se sorprenderá vuestra merced al leer las letras cuando descubra
el puño del que fueron escritas. Deseo decirle que aunque encuentro
un desacierto su obra, no le guardo rencor y para demostrárselo
le remito una oferta que con gusto sé que aceptará. El gran kan
de la China me ha propuesto abrir colegio en las tierras del lejano
Oriente y he pensado en vuestra merced. Los años ya me pesan.
Después del cautiverio en Argel y recorrer tierras del reino, siento
cercana la muerte y no me quedan fuerzas para realizar semejante
viaje.
Por eso se me ha ocurrido que ya que una vez intentó hacerse pasar
por mí con tan poco éxito, pueda vuestra merced intentarlo una vez
más sin tanto riesgo, pues la posta con la que me llegó el mensaje,
recibirá recompensa si consigue el acometido del gran kan.
Ruego a su merced, acepte mi humilde propuesta y mi deseo de
mucha suerte allá por la Cochinchina.
Suyo, Miguel de Cervantes”.

La carta cuelga en una de las paredes del no hace mucho inaugurado
Instituto Cervantes de Shanghai, que visité el pasado verano.

Beatriz Gómez-Pablos
Profesora de Lengua y Lingüística española en la Universidad de Comenio
BRATISLAVA (Eslovaquia)
(VIII Antología pág. 39)

No hay comentarios:

Publicar un comentario