ESCRIBO EN GLOSA
Escribo en glosa.
Desde
la altura a la que se hacen los territorios humanos.
De
principio a fin en la tierra de nadie, al que la cultura puso nombre.
Palabra.
De tierra, clara unión de la vida con el final del camino y que atormenta a la
humanidad por el vínculo del imaginario sueño de «facer Españas». Desde ahí,
desde la palabra hablada que tanto sedere en su esencia. Desde la escrita por
un sueño de pertenecer a otra piel, a otra razón de significancia, a otra
heredada identidad manuscrita.
Escribo
en glosa.
Transcribo
anotaciones desde el final del camino que es el trazo del espíritu de constancia
y herencia de partitura, tallando el papel con tinta china y cincel bien
afilado, probablemente contagiada por el síndrome de Ulises, o de un sucedáneo
de Amapola Tall.
Y es
así como se convierten las letras de antaño en una desmesura cruzada entre este
pueblo de norte a sur, que por mandato, ha incluido la más tierna y obligada
entrega de palabras en el recinto de las emociones de las tierras que por azar
o contra natura hoy comparten lengua.
Escribo
en glosa.
Por si
las aves desde la cumbre de otros territorios habitados quieren esparcir las
semillas de la lengua sobre páramos, a través de los mares, avanzando por los
desiertos aguardando ansiosos la frescura del regreso con alguna unión de seres
libres. No encuentro otra más pura colonización que la que ellos nos han
regalado en sus largos viajes. A veces pienso que por alguna razón son ellos
los que me dictan esta glosa diaria con algún término nuevo, para delicia de
los que encuentran en la sintonía de la palabra y la armonía del entendimiento
la más pura razón de sentir «facer Españas» o simplemente «facer» creando a
diario una humanidad libre, tan libre como el aire que nos deja el aleteo de
las aves a su paso.
Escribo en glosa.
Cristina Fernández
Sáinz-Maza
Nacida en CANTABRIA
en 1979
Poeta, artista
plástica e intervencionista de espacio
(IX Antología)
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