A MADRID CON AMOR
Reconozco que la idea para este título la «he robado» de
Woody Allen y su película A Roma con amor. Pero solo el título. Mi amor por
Madrid, por España, no lo puedo robar de nadie porque nadie lo tiene. Lo
alberga únicamente mi corazón.
Pisé esta tierra por primera vez hace cinco años. Y al
momento caí enamorada, perdidamente enamorada de ella. Fue un flash. Amor a
primera vista. Amor ciego, diría alguien. Y eso mismo me decían mis
compatriotas, amargados y frustrados en la lucha por la supervivencia: «Ya
verás, pasados dos años, vas a cantar otra ópera». Pues, ya han pasado cinco, y
todavía sigo con la misma aria. Yo no lucho por sobrevivir. Yo vivo. Si tienes
iniciativa e ideas emprendedoras, si eres trabajador, crees en tus capacidades
y no tienes miedo a arriesgar, aquí siempre puedes encontrar tu camino para
seguir adelante. España te ofrece esta posibilidad. Sin diferencia de la
nacionalidad. Este país es el más cosmopolita y acogedor del mundo. Aquí hasta
el aire está cargado de empatía y hospitalidad.
Aparte de eso, sigo hechizada por la belleza de esta
tierra. Siempre que tengo algún rato libre, me voy a perderme por las
románticas callejuelas del Madrid de los Austrias con sus antiguos edificios
cuyas paredes guardan celosamente seculares secretos de la nobleza española, o
por las avenidas y bulevares del Madrid de los Borbones con sus majestuosos y fascinantes
monumentos. O me voy a aspirar el aire de las pasiones medievales de Toledo, o
a ponerme bajo el puente romano de Segovia y sentirme mínima ante el milenario
genio humano. Y luego volver a Madrid, a mi Madrid, para seguir viviendo el día
a día en toda su plenitud. Hasta
que la muerte nos separe.
Ludmila Zásheva
Nacida en BULGARIA,
reside en Madrid
Periodista y
escritora
(IX Antología)
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