lunes, 19 de diciembre de 2016

ANTOLOGÍA 2016: DIABLO COJUELO




SAINETE COJUELO

El diablo cojuelo regresa a la corte de Madrid que ya visitara en 1641 y cuatro siglos después se encuentra la misma España engañada y desengañada. De lo que acontece en esta visita face un sainete con su particular visión de la vida política de las Españas.

Daban en Madrid a mediados de febrero, las doce menguadas. El Prado parecía un pasacalle donde llegaban cada día a los plenos las mismas comparsas. En las Cortes, los dirigentes políticos llevaban unas horas de debates esperpénticos cuando cayó del tejado un personaje grotesco.

Presidente Cortes: «¿Quién es usted? El carnaval ya pasó».
Diablo cojuelo: «He vuelto a Madrid tal y tal de las vacantes[1], cuatro siglos habrá, a gato por el caballete de un tejado. Demonio más por menudo soy, aunque me meto en todo: yo como vosotros soy las pulgas del infierno, el chisme, el enredo, yo traje al mundo la zarabanda, el déligo, el guiriguirigay, el colorín colorado[2]; yo inventé las jácaras, las pataletas, los títeres, los saltambancos, los maesecorales[3] y, al fin, yo me llamo diablo cojuelo[4]».
(Se escuchan risas).
Y justo en el momento en que el puchero de la corte empezaba a hervir, se levantaron los techos como por arte diabólica y se descubrió Madrid como entonces estaba. Y como en un Gran Hermano, todo el populacho pudo ver lo que pasaba en esta babilonia española.
Diablo cojuelo: «Llevo horas viendo cómo levantan una polvareda de embustes en este baratillo[5] a la búsqueda de pactos… Allí veo a uno que ha dado en decir que ha de hacer la reducción de los cuartos[6], y ha escrito sobre ello más hojas de papel que tuvo el pleito don Álvaro de Luna[7]. Parecen una redoma de peces a los que se les ha olvidado mudarles el agua y están los pobres con sus boquitas abiertas, comiéndose unos la sustancia de los otros y manteniéndose con mil trabajos en aquel liquen medio corrompido mientras fuera están esperándoles bocas abiertas que os importan dos caracoles[8]».

Y dicho esto, se esfumó el diablo cojuelo no sin antes decir: «Y agora gobiernen si pueden que yo me quedo con mi cojera[9] y les dejo a ustedes con la suya dando gato por demonio».

Begoña Flores Bejarano
Licenciada en Publicidad y Máster en Comunicación
Community manager cultural
MADRID (X Antología)



1. Vacaciones.
2. Son bailes populares. Quevedo los enumera en Discurso de todos los diablos.
3. Cantares que tratan de la vida y aventuras de los jaques o rufianes.
4. Novela de Luis Vélez de Guevara concebida con humor y corte costumbrista que trata una visión política de la vida española de 1640 (clave de la decadencia, independencia de Portugal, revuelta de Cataluña, etc.).
5. Cierta junta de gente que por las noches en un rincón de la playa venden lo viejo por nuevo y se engañan unos a otros.
6. Alusión a la crisis económica, cortar presupuesto del erario, crear impuestos.
7. Conocido como el famoso proceso de 1453 que le costó la vida al valido de Juan II que fue más tarde considerado irregular e injusto.
8. Dicho degradante, viene a significar «os importan muy poco».
9. En la novela de Luis Vélez de Guevara la cojera simboliza a España, era sinónimo de malas costumbres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario