miércoles, 3 de mayo de 2017

ANTOLOGÍA 2016: OBJECIÓN A LA CONSCIENCIA




OBJECIÓN A LA CONSCIENCIA

Levanta la mano con miedo, sin demasiada esperanza de ser escuchada. Nunca le preocupó lo que los demás pensaran, pero ahora era consciente de su propia burla. Todos la miraban sin tener en cuenta sus proezas, pues hacía tiempo que era objeto de risas y sátiras. Su inteligencia la delataba, pero, ¿quién quiere brillantez cuando se es capaz de ofrecer diversión? Malo fue que esta acabara convirtiéndose, con el paso del tiempo y la idiotez, en mofa. De tanto hacerse la tonta se había convertido en una de ellas, y ahora sufría las consecuencias. No es que estuviese descontenta con su capacidad de andar por el mundo bajo el halo de la despreocupación, pero siempre tuvo mucho más que ofrecer, aunque ni ella misma se diese cuenta.
La perseguían los fantasmas del pasado y se ocultaba en lo que, en su momento, le sirvió de medicina. Pero ya se sabe que las drogas no son un remedio diario y hoy, al borde de la sobredosis, se sienta cabizbaja ante su más temido juez, que no es otro que ella misma.
Le sigue sin importar lo que piensen de ella, pero se siente manipulada. Sigue siendo inteligente, pero se asombra de la estupidez de sus palabras. Sigue divirtiéndose, pero se pregunta si de la forma adecuada. Está asustada de su sombra, y se hunde bajo la certeza de estar desorientada. Pero bien es cierto que la oportunidad de levantarse solo la posee quien ha caído, y la necesidad de encontrarse tan solo aparece estando perdido. Y eso le resulta suficiente para dar un primer paso.
Así es que mantiene la mano en alto sin saber qué decir, pero consciente de que quiere oír su voz. Alza la cabeza lentamente evitando devolver miradas, pues tan solo quiere que valoren la suya. Despacio, abre la boca con voz temblorosa y afirma «Me llamo España y, bajo mi propia condena, os contaré la historia de una mala broma…».

Pablo Bueno Duque
TALAVERA DE LA REINA (Toledo)
(X Antología)

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