«FACER ESPAÑAS»
(Para Juan y Angustias
Dopacio. Amigos, educadores míos, inmigrantes de toda la vida)
Estos días azules y este sol de la infancia
saturan las niñas
que juegan indemnes
a la borda del
navío
que atraca en la
tierra madre.
Ellas son mirada de
aquel que adivina el luto
al notar la
ausencia del mayor entre los quereres
que se agolpan en
el muelle
agitando pañuelos
blancos
ya no bañados de
sangre.
Las frondas de los
sueños brillan verdes
a través de ellas
como esas verdes pampas
que también
hicieron de madre
y por ellas mueren
en cada parpadeo
pues son tiranas ya exhaustas
de tanto viajar por
tantas lejanías
sin que las luces
de aquellos momentos
puedan llegar hasta
su almohada vacía
de cantos y
bandurrias.
Aquí su dueño se persigna
y toca el tibio
suelo galego
su valijón repleto de
lustros
y aquí comienza la
memoria
a hurgar en ese
entrevero de piedra
y brasa que era la
casa de los mayores
de golpe de maza
aquí en el pecho
que daba el batán a
la vera del arroyo.
Por las rendijas de
la persiana
de esta melancolía
las arcas de su
mirada
de azul y dorado se
inundan
por otra preciada
vez
e iluminan con agua
salada
el juego de
aquellas niñas
que habían quedado
atrás.
Eduardo Pompeyo Rojas
Abogado
BUENOS AIRES (Argentina)
(XI Antología)
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