Hace
doce años Orola Ediciones creó el Concurso de Vivencias con gran éxito.
Hace
cinco años el Premio Orola se orientó al tema de «Facer Españas».
En
estos cinco años se han definido las distintas Españas que habitan entre
nosotros, comprendiendo tanto a los autores españoles como a los hispanos de
ultramar.
Se
trata no solo de «facer las Españas sino también las Américas».
Nos
mueve la ambición de recoger lo mejor de nuestra historia, de nuestro idioma, de
nuestra religión y cultura, para reforzar los lazos del mestizaje y de nuestra
latinidad forjada a lo largo de cinco siglos de tarea común en las veintitrés
repúblicas hispanas, en EE.UU., y obviamente en España, modelo de latinidad.
Hemos
sido fieles al legado de Roma, habiendo romanizado y superado el dominio
visigodo de tres siglos con el magisterio de san Isidoro de Sevilla. Después de
siete siglos de dominación musulmana, en 1492 culmina la unión de los reinos
españoles, coincidiendo con la feliz aventura del descubrimiento de América por
Cristóbal Colón.
Así
se engendra la latinidad de España en América. Y el castellano, nacido en los
monasterios de Castilla, se convirtió en el español a partir de Alfonso X el
Sabio que adivinó que el lenguaje de todas las Españas y de todas las Américas
debía ser el español. Y así hemos llegado a los quinientos millones de hispanohablantes.
Por
eso los escritores, poetas, narradores y soñadores escriben en español.
Todos
hablamos el español, el idioma de los latinos, herederos de Roma.
Hemos
sabido entender como lema universal, el «Plus ultra», que nos caracteriza,
cuando trabajamos y no nos desviamos de nuestra vocación.
Tenemos
la tarea común de ser mejores superando las barreras micronacionalistas que
traban nuestras ruedas del progreso.
Es
demasiado lo que ganamos o perdemos, según sepamos buscar la concordia frente a
la discordia.
Este
es el nuevo «Plus ultra» que queremos alcanzar. Educación y respeto. Ejemplo y
esfuerzo.
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