miércoles, 13 de febrero de 2019

ANTOLOGÍA 2018: PIPAS DE GIRASOL





PIPAS DE GIRASOL

Con la guerra mamá no tenía qué echar a la cazuela. A papá le habían recortado el sueldo. Yo iba a la puerta del Pilar con el cesto de pedir. Pasaba por mudo. Un comentario inocente que escucharan los curas acababa con visita en plena noche y uno desaparecía para siempre. Con las escopetas cargadas todo el mundo era enemigo en potencia. Por las noches mamá me enseñaba el código morse con pipas de girasol. Una sola era el punto. Dos juntas formaban una línea. Aprenderme el abecedario me llevó más de una semana. La tarde que escribí el primer mensaje contra los franceses me temblaron las rodillas. Me sentí más cerca de Agustina de Aragón y hasta su sangre guerrera podría haber corrido por mis venas. Si me hubiera visto Palafox también me habría felicitado. Junto a las murallas me dieron alcance, el Ebro como testigo. A mamá le llegó el mensaje en francés. «En héros» («Como un héroe»). Y las bolsas de comida pagando mi muerte.

Lourdes Aso
Diplomada en Enfermería
(XII Antología)


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