Recibimos al otoño con Miguel Hernández y con mucha alegría a pesar
del título de su poema: «Otro otoño triste».
«Ya el otoño frunce su tul
de hojarasca
sobre el suelo,
y en vuelo
repentino,
la noche
atropella la luz.
Todo es
crepúsculo,
señoreando en mi
corazón.
Hoy no queda en
el cielo
ni un remanso de
azul.
Qué pena de día
sin sol.
Qué melancolía
de luna
tan pálida y
sola,
ay que frío y ay
que dolor.
¿Dónde quedó el
calor
del tiempo
pasado,
la fuerza y la
juventud
que aún siento
latir?
Se fue quizás
con los días cálidos,
de los momentos
que a tu lado viví.
Y así esperando
tu regreso,
otro otoño
triste ha llegado sin ti».
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