«… Que los muros de la
patria nuestra que Quevedo viera desmoronarse vuelvan a levantarse altivos y
desafiantes hacia un cielo asequible y cercano, y que la España que Valle-Inclán
viera deformada en los espejos cóncavos y convexos del callejón del Gato de Madrid
vuela a ajustarse a la normalidad…» (pág. 210, Juan Emilio Ríos Vera).
No hay comentarios:
Publicar un comentario