LOS
BABYBOOMERS NOS HACEMOS MAYORES
Del
46 al 64 del siglo xx dimos savia
nueva a esta vieja Europa unos niños perdidos que, después, intentamos (con
diferente éxito) encontrarnos a nosotros mismos.
Cuando
nos llevaban al cole, no fueron capaces de decirnos nuestros profesores y
progenitores lo que se tramaba por parte de unos desalmados, quizá por
ignorancia o por preservar nuestra inocencia, y era que estaban esquilmando
nuestro planeta de una manera muy cruel. Seamos justos y no nos martiricemos:
nosotros no descendemos como generación de una guerra española fratricida, sino
de una guerra mundial genocida, aunque algo de culpa siempre tenemos por no
haber hecho lo suficiente por mejorar.
Ahora
ya nos están saliendo arrugas en esta desecada España, a pesar de que se hagan
trasvases y a todos nos ha dado tiempo de enamorarnos varias veces; es lo que
tiene cumplir años, vemos el agua pasar y, ya se sabe, «agua que no has de
beber, déjala correr». Igual es que, de tanto dejarla pasar, nos hemos
deshidratado al tiempo que nuestros ojos se enrojecen y se cuartean nuestras
manos.
Luis B. M.
(XIII Antología)
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