EDUCACIÓN
Educación
es la forma de ser de los pueblos civilizados.
Por la
educación, el hombre aprende en pocos años todo lo que la humanidad ha tardado
siglos en conseguir.
El
problema de la educación es
su
renovación.
El fin de
la educación es el hombre.
Educación
y humanismo son, por tanto, sinónimos.
La
tragedia del hombre inculto es que carece del cúmulo de conocimientos que
proporciona la educación.
Quien
posee inteligencia y elegancia naturales suple, con ellas,
la falta
de una educación recibida.
Hay dos
tipos de ciudadanos:
el que
cree en el valor de la educación y el que no cree.
El
primero, suma;
el
segundo, resta.
La
educación tiende a crear
una
sociedad perfecta.
La primera lección de
educación es la que nos enseña a respetar al hombre y sus derechos.
La familia
es el epicentro
de la
educación.
La
educación y la familia son
dos
edificios que descansan
sobre los
cimientos de la religión.
Los padres
claudican si creen que
la
educación corresponde únicamente a los colegios y profesores.
La
educación convierte en energía creadora el caudal inagotable de nuestro
espíritu.
La
educación es como una moneda,
cuyo valor
hay que controlar sabiamente.
Existe
inflación cuando en ella
se da más
importancia a la ciencia que a la conciencia.
Educación
es conducir al hombre y a la sociedad por el camino del conocimiento, hacia el
bien individual o social.
(Fernando Orlando, Tomo III, pág. 119)
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