EL
MAESTRO SERRAT
Éramos
mocosos, ¿te acuerdas Marcos Jacobo? Corría 1969; yo tenía diez años y tú un
año mayor que yo, porque siempre has tenido la manía de quitártelos.
¡Sí,
hombre!, ¿cómo no te vas a acordar? Íbamos en la primaria cuando el maestro
Odilón, a quien el cura del pueblo tachaba de comunista, puso ese disco de
Serrat que decía: «Caminante no hay camino, se hace camino al andar…».
Recuerdo
que la maestra Socorro te dio un jalón en la oreja derecha, que ya casi te la
arrancaba, solo por haberle preguntado quién era ese mentado Serrat.
Fui yo
quien busqué al maestro Odilón en su salón de clases. Él, con su voz
acatarrada, me dijo: «¿Preguntas por el cantante? Ah, es Joan Manuel Serrat… él
es español y la canción se llama “Cantares”».
Yo le
pedí que me ilustrara más, porque esa canción tenía mucha sabiduría. «En
realidad se trata de un poema de Antonio Machado a quien Serrat le puso
música», comentó.
Caray; la verdad es que todas las canciones de ese disco eran maravillosas, ¿te acuerdas, Marcos Jacobo?
Al día
siguiente el profesor Odilón, que por cierto «rengueaba» de la pierna izquierda
a causa de una caída del caballo, me contó que Serrat también musicalizó un
poema de Rafael Alberti.
Esa misma tarde busqué en la biblioteca municipal los libros de Machado y de Alberti. ¡Uuuuh; vieras qué bonito! Después leí a León Felipe, a Miguel Hernández, a Federico García Lorca, etc.
Fue
Serrat quien me abrió las puertas de la poesía, de su poesía; de la poesía de
los grandes poetas españoles y del mundo. ¡Él fue mi maestro!
La
llamada se corta, Marcos Jacobo. Te enviaré a tu correo los últimos poemas que
he escrito. Por favor se los lees a los paisanos mexicanos que están contigo
allá en Los Ángeles, California, trabajando fuerte y a la vez, como dijera
Serrat, «haciendo camino al andar», ¡sí, señor!
Wilfrido López Torres
Periodista y narrador
TLACOLULA, OAXACA (México)
(XIII Antología)
Caray; la verdad es que todas las canciones de ese disco eran maravillosas, ¿te acuerdas, Marcos Jacobo?
Esa misma tarde busqué en la biblioteca municipal los libros de Machado y de Alberti. ¡Uuuuh; vieras qué bonito! Después leí a León Felipe, a Miguel Hernández, a Federico García Lorca, etc.
Periodista y narrador
TLACOLULA, OAXACA (México)
(XIII Antología)
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