FRENTE
A MI VENTANA
Era
madrugada. Calor sofocante. La corrala vieja dormía la ausencia de vida en la
calle. Enfrente, un solar de escombros sin nadie hasta que los gritos de una
mujer herida despiertan mis ganas de saber qué pasa. Me asomo y la veo siendo
perseguida por otro que mata, que rompe, que araña.
«¡Déjela
vivir!», proclamo en la noche. Ambos me descubren, ambos que no cejan en seguir
sintiendo la ira del otro. Amenazo entonces con llamar a un guardia. «Este no
es tu asunto —dice la mujer—. Mi hombre me quiere. Esta es su manera y yo lo
consiento. ¡Déjanos en paz! ¡Guárdate en tu casa!».
Yo
me quedo muda porque no comprendo. Avanzan, se pierden gritando en la esquina
que doblan sin pausa.
Una
niña dulce se esconde en las sombras buscando a sus padres. Llorando, suplica
sin decir palabra. Esa vida perra le muerde la entraña.
«Fueron
por allí», digo con voz queda. La pequeña gime y se oculta asustada como un
gazapillo que perdió su hogar. ¿Dónde su guarida? Ya su madriguera quedó
derrumbada. Solo las estrellas acogen su cuerpo que ha quedado frío con tanta
mudanza. Lo sé, porque tiembla al doblar la calle.
Yo
me meto dentro sin saber qué hacer. El insomnio llega.
Blanca Castillo Martínez
Licenciada en Arte Dramático por la RESAD
Actriz de doblaje
Profesora de teatro y escritura creativa
Guionista de RTVE y Antena 3
(XIII Antología)
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