viernes, 3 de junio de 2022

ANTOLOGÍA 2021: LA MADEJA




LA MADEJA

 

Los dedos se deslizan entre el huso y el suave vellón de una oveja para transformarlo en una delgada hebra y ser así el comienzo de algo más importante.

Como algo innato, desde muy niña había tirado con suavidad de esa brizna de conocimiento, y a él dediqué todo mi esfuerzo.

La primera vez que entré en un aula de la universidad, mis compañeros me miraban incrédulos desde sus pupitres. Los cánones de la San Marcos se habían modificado para permitir el acceso de la mujer a estudios superiores. Pero las primeras fuimos centro de atracción y también de burla. Aun así, nada de eso impediría que lograra mi propósito.

Disfrutaba con los saberes, elocuente en Derecho, fue verdaderamente especial descubrir la historia del Perú. Además de las lecciones ordinarias, asistía a las explicaciones de extraordinario de la universidad.

El humanismo latía con ímpetu, y yo necesitaba expresarlo a través de la escritura y así recoger mi propia voz. Quería moldear el mundo y transformar la injusticia.

Existía la convicción generalizada de la debilidad del género femenino para las artes y, a la vez, la creencia de que la belleza se engrandecía cuanto menor era nuestro conocimiento. Sabedora de tan ardua tarea, a veces tenía la sensación de no llegar a ninguna parte, pero firme en mi propósito cogía uno de los libros de la Biblioteca Central y, sin más, dirigía los ojos a la página abierta.

En estos días, siento cátedra como docente en Historia y Literatura de esta universidad. En sus paredes junto a mi nombre, aparecen los rojos y tradicionales vítores.

Es el final del recorrido desde esas primeras mujeres que tuvieron que hacerse pasar por hombres para cursar grandes estudios.

La madeja se ha devanado y está lista para ser tejida.

 

Soraya Martínez Martínez

Madrid

(XV Antología)

 

 


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