UN SUEÑO DISCRETO
Luego de que la meditación y la concentración, aliados frecuentes del sueño, ayudaran a sus mentes a transcender al reino de lo onírico, viéronse reunidos en un mundo nuboso pero claro a la vez los hombres afectados por el insomnio.
Coincidencia misteriosa, como suelen ser estas, ellos compartieron el mismo sueño, un adormecimiento necesario para azuzar el verdadero despertar. Todos sintieron el crecer de una llama, como si una estrella fugaz naciera en su interior, inundándolos con ideas para un presente lleno de ansias de convertirse en un futuro.
Abrieron sus ojos y sintiéronse transformados. Ahora no eran solo hombres, eran algo más. No existe término acertado para acuñar su grandeza, solo sinónimos que se quedan cortos, pues sus vidas, sus ideas y sus decisiones, nacidas, tal vez, de un sueño discreto, de la pluma de un demiurgo superior, forjaron el futuro que hoy llamamos presente.
El sueño se volvió realidad y se formó la Escuela. No inmediatamente, pues la grandeza suele hacerse esperar. Sus nombres permanecerían escondidos, al margen del deslumbre de la fama, pero su legado de fuerza, conocimiento y revolución vivirá para siempre. Solo consta mirar a los lados, mirarnos a nosotros mismos, mirar adelante y atrás, soñar e ilusionar, y allí los veremos a ellos.
Reside en Sabaneta, Antioquia (Colombia)
Traductor
(XVI Antología)
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