«… No, Roma no está perdida; / resucita en un prometedor afán. // Y hoy, en el triunfo de la memoria, / yo, Isidoro, su albacea, puedo testificar / que ahora es el tiempo de Hispania» (pág. 16, Amelia de Querol Orozco, «Roma e Hispania»).
No hay comentarios:
Publicar un comentario