miércoles, 11 de septiembre de 2024

ANTOLOGÍA 2023: DOCTOR HISPANIAE

 



DOCTOR HISPANIAE
 
 
Después de levantarse, el anciano se asoma a la ventana (fenestra: ferens nos extra) y extiende su mirada sobre la llanura tras de la cual se adivina, envuelto en bruma, el perfil azulado de una sierra lejana. A pesar del dolor de huesos que lo atenaza a esas horas, toma la pluma y se dispone a escribir en el libro en que trabaja desde hace años. Pero esta mañana algo se lo impide. En los últimos días, después de terminar el capítulo sobre el mundo y sus partes, ha empezado a tener extraños sueños que atribuye al calor de las noches de verano en Sevilla. O quizá sea el río, piensa, pues cuando escucha a los pescadores que habitan junto al castillo de Triana no deja de preguntarse dónde termina el mar en el que, tras correr por tierras bajas (quod humili solo decurrat), acaban muriendo aquellas aguas.
 
Y eso lo inquieta. Ha soñado con ríos más largos aún y más anchos, con llanuras interminables y montañas que escupen fuego, con árboles que llegan hasta el cielo y en los que anidan pájaros cubiertos de plumas de mil colores. Al fin, la noche anterior ha visto en el sueño a unas extrañas criaturas desnudas y tatuadas, con labios y orejas hendidos por adornos de hueso que le susurraban al oído en una lengua desconocida.
 
Ahora sabe que todo aquello tiene un nombre, pero las palabras que ha escuchado, y que intenta retener desesperadamente, se desvanecen al despertar. ¿Habrá algo, se pregunta, que él no conozca y de lo que no pueda dar cuenta en ese libro que pretende contener dentro de sí el orbe entero? O peor aún: ¿habrá algo que ni siquiera hayan conocido aquellos por los que él sabe todo cuanto sabe?
 
El río, se dice, tiene que ser el río y, empuñando la pluma, continúa: De auctoribus conditarum urbium plerumque dissensio invenitur
 
 
      
Mauricio N.
(XVII Antología)
 
 
 
 

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