GRACIAS
Así como el
pintor inmortalizó tu figura enorme,
san Isidoro de Sevilla, así te recordamos todavía:
sobre la cabeza privilegiada la mitra y en tu mano
robusta el báculo y, ante ti, con la mirada grave
el libro sostenido, la obra amada del conocimiento.
Doctor y padre
de la Iglesia, Sevilla fue testigo
del fruto de tu mente y de tu mano, y te vieron
lejos de ella también, desde Toledo a Zaragoza,
en tu esfuerzo por unir en concilios y tratados
lo que estaba desunido del rito y la sabiduría.
Tus restos
en León descansan, pero qué más da
si es en toda España donde flota tu alma sabia
en el pecho de aquellos que evocan tu nombre
y, sin querer, te rinden homenaje en la memoria
de uno de los más grandes sabios de la historia.
De esa
España que empezaba a hacerse, germen
temprano de la nación que hoy nos contempla,
deudor fuiste de un pueblo entonces desolado
y al que servías en dorado púlpito, bajo el palio
de tu recto juicio y tu cultura infinita, qué decir
de ti, señor
de la fe y príncipe de las ciencias,
poca cosa y todo al mismo tiempo, lo único
posible, después de mil quinientos años, solo
con la humildad del hombre que ahora soy
la única palabra posible, y te la digo: gracias.
Javier Rodríguez Rodríguez
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, aunque ha desarrollado su actividad profesional en sectores dedicados a la gestión de propiedad industrial e intelectual
Premios: ganador del Premio Internacional de Poesía Joan Brossa y del Premio Internacional de Poesía Experimental Barco Ebrio; segundo premio de textos teatrales Carro de Baco y finalista en diversos premios y certámenes
Publicaciones: «Antimateria», dentro del volumen El viejo terrible y otros cuentos inquietantes y «Desintegración» (revista Librújula, 2022)
san Isidoro de Sevilla, así te recordamos todavía:
sobre la cabeza privilegiada la mitra y en tu mano
robusta el báculo y, ante ti, con la mirada grave
el libro sostenido, la obra amada del conocimiento.
del fruto de tu mente y de tu mano, y te vieron
lejos de ella también, desde Toledo a Zaragoza,
en tu esfuerzo por unir en concilios y tratados
lo que estaba desunido del rito y la sabiduría.
si es en toda España donde flota tu alma sabia
en el pecho de aquellos que evocan tu nombre
y, sin querer, te rinden homenaje en la memoria
de uno de los más grandes sabios de la historia.
temprano de la nación que hoy nos contempla,
deudor fuiste de un pueblo entonces desolado
y al que servías en dorado púlpito, bajo el palio
de tu recto juicio y tu cultura infinita, qué decir
poca cosa y todo al mismo tiempo, lo único
posible, después de mil quinientos años, solo
con la humildad del hombre que ahora soy
la única palabra posible, y te la digo: gracias.
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, aunque ha desarrollado su actividad profesional en sectores dedicados a la gestión de propiedad industrial e intelectual
Premios: ganador del Premio Internacional de Poesía Joan Brossa y del Premio Internacional de Poesía Experimental Barco Ebrio; segundo premio de textos teatrales Carro de Baco y finalista en diversos premios y certámenes
Publicaciones: «Antimateria», dentro del volumen El viejo terrible y otros cuentos inquietantes y «Desintegración» (revista Librújula, 2022)
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