viernes, 7 de marzo de 2025

ANTOLOGÍA 2024: EL ANÓNIMO

 



EL ANÓNIMO

 
Hoy ha llegado a mi despacho otro anónimo donde vuelven a llamarme lo que no quiero oír, que soy judío por mi fino olfato para los negocios y que solo me dedico a mi propia promoción intelectual y que también soy arbitrario y pretencioso y que escribo sin citar a mis maestros, propenso a la venganza e inmodesto.
 
Dame fuerza, Dios mío, para vencer estas afrentas, a estos años gastados, donde miro hacia atrás y solo me veo trabajando, escribiendo, leyendo. Mis búsquedas, incansables, fueron las de la justicia y la verdad, y en muy pocas bocas y menos páginas las encontré en su debido brillo. Creí en el humanismo científico, como un pionero y el mayor poseso, solo para mi gusto. Mi lucha fue la ciencia de la lengua y de las humanidades. Si acaso, a rachas, falseé mi genealogía como un mero juego frente a tanto pedante.
 
Demudado ahora bajo los presentes denuestos, yo que gasté tantas palabras, solo puedo decir: «Nacemos desnudos y moriremos solos». Qué soledad la del final de mi aprendizaje en estos sabores ahora venenosos, donde hablan de mí y me dibujan, pero solo creo ver a otro, pues son infinitas mis dudas y pocas mis certezas. Y esta misma lluvia de insultos, a mi edad, limpia más que ensucia, como tantas veces la ignorancia es la dirección imprescindible en el camino de la sabiduría. Así la ignorancia de la vida y de la ley, claro está, no excusan su cumplimiento. Solo un árbol, por la escritura cruel a navaja, puede llegar a las presentes desnudeces en este huérfano adiós.
 
 
Diego M.
(XVIII Antología)
 

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