1492/1942
Llantos, gritos y hasta ladridos, contrapunteados por
exabruptos en alemán, estremecen el barrio sefardí de Salónica. Isaac, como
tantos judíos en el momento previo a su deportación, procede a esconder sus
objetos de valor. Tras un zócalo, el viejo profesor de ladino resguarda el
álbum familiar de fotografías, la llave herrumbrosa de una casa desvanecida de
Toledo, un Talmud y el camafeo con el retrato de Sara, su difunta esposa. Queda
aún espacio para colocar otra cosa amada en esa urgente cápsula del tiempo. La
mirada del profesor vaga un instante por los anaqueles de su biblioteca. No
duda y toma la Gramática de Nebrija.
¿Cómo no admirar a Nebrija? El humanista, erudito
valiente, se rodeó de conversos para traducir las Sagradas Escrituras
directamente del hebreo, orillando la Septuaginta y la Vulgata, osadía que le
costó un proceso inquisitorial. Los judíos fueron expulsados de Sefarad apenas
unos pocos meses antes de que se publicara la Gramática en el transcendente año
de 1492; de haberla podido llevar en sus alforjas, aquel castellano de judíos
errantes, de españoles sin patria, no se habría remozado con multitud de
vocablos cosechados en la diáspora, y su lengua, ajena a reglas, no hubiese
evolucionado hasta el ladino, habla hispana nómada y arcaizante. Aunque España
se mostró ingrata con los judíos, ellos no la olvidaron y, amamantados con las
canciones de cuna susurradas por sus madres, mantuvieron un lazo sonoro de
unión con su anhelada Sefarad. La historia ha forjado pueblos e idiomas, pero
el ladino es la única lengua alumbrada por la nostalgia.
Los bárbaros golpean con la culata de sus fusiles la
puerta de la casa del profesor. Solo queda rezar; Isaac, mientras oculta la
obra de Nebrija, eleva, en judeoespañol, una plegaria a Dios.
Amelia
de Querol Orozco
Artista
multidisciplinar. Correctora ortotipográfica y de estilo. Desde 2005 a 2007 columnista
en el Diario de Ferrol. Directora y coordinadora de eventos artísticos y
moderadora de varios talleres y tertulias literarias.
Premios:
ganadora del XXIII certamen de poesía San Jordi (Barcelona) y finalista en el XVII
Premio Orola de Vivencias 2023.
Publicaciones:
coautora en el proyecto cultural Ferrol en Feminino III: Mulleres das boas
artes e das fermosas letras, Ayuntamiento de Ferrol, y de los poemarios En los
arrabales del alma, Soñar tu nombre y Silencios.
(XVIII Antología)
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