SER Y NO ESTAR
En este momento no puedo escucharte, no puedo tocarte, no
puedo respirarte, no puedo verte, no puedo saborearte. Todos mis sentidos están
encadenados a una realidad que se torna extraña a la vez que extravagante, a
una realidad que los embriaga y emborracha confundiéndolos entre una masa de
gente cercana pero lejana, desconocida y ajena, para la que soy yo la
extranjera en esta tierra. En cada esquina que aparece en esta inmensa maraña
dibujada por edificios, túneles, pasillos, calles y callejuelas espero
encontrar algo que me devuelva, aunque sea de una manera escasa y efímera, ese
calor que bombea mi corazón cuando está en casa. Y con ese preciso pero fugaz
incandescente segundo, mi alma despierta y me susurra al oído las verdades que
tenía escondidas en algún recóndito lugar. Dice que he querido separarte de mi
cuerpo dejando que el mar inundara los kilómetros que nos distancian, que he
querido sacarte de mi mente abandonando tus recuerdos a cada metro recorrido,
que he querido borrarte de mi corazón cobijando milímetros de esta actual
existencia… Dice, que he querido pero no he podido. Que solo cuando es la
pasión la que ha engendrado cada recodo de tu organismo, cualquier esfuerzo
para obviar lo obvio es totalmente inútil e inservible. Por eso, ahora sé, que
te aprecio aunque a veces te desestime, que creo en ti aunque a veces me hagas
dudar, que te adoro aunque a veces te deteste, que te recuerdo aunque a veces
quiera olvidarte, que te sueño aunque a veces solo quiera despertar y sobre
todo, que te quiero y te odio con todo mi ser en la misma insana proporción.
Beatriz Frutos
Fernández
Seudónimo: Amapola
Licenciada en Publicidad
y Relaciones Públicas
(IX Antología)
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