UN SOLO CORAZÓN
Levantarme.
Mirar la luz de la
mañana. Sonreír.
Compartir el
desayuno con el amor de mi vida.
Besar a mis hijos.
Marchar al trabajo
dispuesto a darlo todo.
Ser amable.
Servicial. Justo. Honesto.
Generoso.
Solidario. Veraz. Coherente.
No hacer daño. No
maltratar a nadie.
No venderme. No
traicionar.
No corromper ni
corromperme.
No buscar
divisiones ni separatismos.
Tratar a todos como
a mí mismo,
sin diferencias de
raza, color, sexo,
pensamiento,
religión o ideología…
Respetar.
Comprender. Amar.
Regresar a casa.
Encender el fuego.
Compartir las
tareas. Leer un libro.
Mirar hacia donde
el sol se oculta
y saber que también
más allá del océano
tengo amigos que no
conozco,
hermanos que son
sangre de mi sangre,
voces de mi voz,
almas de mi alma.
Y sentirme
orgulloso de nuestro pasado,
de los lejanos
territorios descubiertos
en los que nos
mezclamos,
del idioma que
compartimos,
del arte que
enseñamos, de la fe sembrada,
de las escuelas que
fueron levantadas,
del fruto allí
nacido…
de lo mucho que
fuimos y que somos.
Volver a sonreír.
Irme a la cama.
Pedir perdón
si en algo erré o
algo dejé de hacer.
Mirar las
estrellas. Cerrar los ojos. Y soñar.
Esto es también «facer
las Españas».
¿Te unes?
Seguro que si lo
haces y contigo muchos,
mañana seremos
infinidad de luces,
de territorios, de
historias, de tradiciones,
de luchas, de
culturas, de esperanzas…
pero un solo corazón.
Ramón Molina
Navarrete
Nacido en ÚBEDA
(Jaén) en 1951
Maestro jubilado
(IX Antología)
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