CONQUISTA A LA INVERSA
Tus labios con sabor a dátiles maduros, derramaron su
magia ilicitana sobre los míos, bailando la dansá en estas cordilleras desnudas,
bañadas por un río de colores que se extiende desde el centro de mis valles
hasta los bordes de mi Amazonas. No lo sabías, pero cuando dejé aquellos Andes
creciendo en tu cama esa noche, aquel palmeral en tu pecho, supo por fin hacia
dónde extenderse, fue sencillo: icé mi bandera inmarcesible en cada una de tus
costas y dejé que mi cóndor desplegara sus alas para cubrir tu alma con un solo
vuelo.
Nunca nadie te dijo o te avisó sobre la silenciosa
conquista que te invitaba a cruzar Macondo de mi mano, era un viaje sin
retorno, donde las fronteras se desdibujaron y por un breve instante la madre
patria fue convertida en un currulao con aroma a caña recién cortada,
comprendiendo que los bocadillos también crecen en los árboles de guayaba y que
un «su mercé», más que la herencia de tu patria sobre la mía, se había
transformado con el paso del tiempo, en el cariño hecho palabra.
Navegarás por El Dorado que tanto buscaron tus ancestros,
cada vez que sientas el ritmo de mis bambucos en tu piel, bailando en tus venas
como un lenguaje no escrito, haciendo historia cada vez que tu acento me erice
los sentidos y se funda con mi río Magdalena, en un beso entre conquistador y
conquistada, sin adivinar siquiera que te he invadido en silencio, enamorada de
la España de la que te compones y que habita en mi lengua mucho antes de nacer.
M.ª Johanna Alarcón Navas
Nacida en COLOMBIA,
reside en Granada
Licenciada en
Ciencias Políticas y Periodismo
Activista en
derechos humanos
(X Antología)
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