LAS PALABRAS
Me fascina imaginar ese instante en que nació de mi boca el don del habla,
porque amo las palabras que son parte esencial de mi vida.
Lugares con piedras preciosas no podrían ser más deslumbrantes,
pero con las gemas no se pueden componer pensamientos.
Pulir diamantes no puede ser más satisfaciente,
que pulir palabras y hacerlas revelar sus escondidos mensajes.
En las grandes declaraciones aparecen en maravillosa función,
son agentes de publicidad de la reflexión;
vehículos de transporte de ideas; voceros
del sentimiento recóndito que necesita encontrar,
correspondencia en las demás.
Ocupan su lugar sin titubear,
mecanismo universal de la comunicación en movimiento.
Nadie puede dispersarlas ni alterar el orden, tan pequeñas,
tan flexibles, han llegado a ser instrumentos
poderosos tanto para edificar como para demoler.
¡Tengo tanto que agradecerles! Corren en tropel
cuando me ven a solas, llenando de sugerencias cualquier vacío.
Se buscan y se saludan aun a considerable distancia cuando riman.
Si están de acuerdo pueden iluminar los oscuros corredores de la historia,
obrar como intérpretes de la ciencia y hacer huir las tinieblas.
Si están en desacuerdo y luchan entre sí, pueden eclipsar toda
luz que llega alrededor, borrando la frontera entre realidad y la ficción.
Hermoso día en que la comunicación fue inaugurada para dialogar.
Sin las palabras seríamos piedras sueltas que ningún cemento podría unir;
islas incomunicadas que jamás formarían un continente.
Sin ellas tendríamos la tristeza de los árboles
solitarios en los paisajes áridos, que extienden sus raíces alrededor,
sin encontrar ninguna otra raíz que se alimente cerca de las suyas.
Sin «facer Españas una tarea en común» seríamos diamantes sin pulir.
M.ª Dolores Varela González
Seudónimo: Abraixas
CARBALLO (La Coruña)
(XII Antología)
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