DESCUBRIR
Descubrir es poner a la vista algo que estaba
escondido,
oculto, tapado, ignorado.
Descubrir es apasionante,
porque es desvelar algo que parece misterioso.
En la juventud el descubrimiento es la novedad
que se persigue día a día.
El aliciente mayor del joven es descubrir
su propia interpretación del mundo y de la vida.
Estamos descubriendo campos nuevos
en los que la juventud ve posibilidades de realizar sus
ambiciones.
Descubrir dentro de nosotros mismos nuestras posibles
virtudes y valores es nuestra principal misión.
Descubrir en los demás sus aspectos positivos y
amables
es hacer más agradable la convivencia.
Estamos en una etapa en que necesitamos descubrir,
en torno nuestro, los valores éticos y morales
que nos pueden unir para construir nuestro futuro.
No basta con recurrir a los viejos moldes.
Es preciso descubrir nuevas ideas y nuevas
formulaciones
que sean capaces de unirnos.
Hay que descubrir la forma de dar con la libertad
a través de la justicia, la igualdad a través de la
equidad
y la fraternidad a través del amor.
La juventud ha descubierto una identidad nueva,
generacional, distinta y la quiere imponer. La normal.
Siempre ha sucedido así.
Tenemos que aceptar el hecho
de la evolución rápida y urgente.
Tenemos que descubrir la fórmula para no caer
ni en la demagogia ni en la ley pendular
que nos haga ir de un extremo a otro.
Descubrir es abrir, ver, desvelar la realidad
que nos aparecía desconocida
para poder actuar ordenadamente sobre ella.
(Fernando Orlando, 1977, Tomo I, págs. 295 y
296)
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