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miércoles, 31 de enero de 2024

ANTOLOGÍA 2023: EL MAPA DE LOS VIENTOS

 



EL MAPA DE LOS VIENTOS
 
 
Un golpe en la puerta rasga la vela de su sopor, los ojos llenos de la ensoñación del que viene de otro mundo. Su hermano Leandro zarpó con el céfiro de la gota y le lega el aura de la reflexión. Ha bebido sus ráfagas de oratoria más que las brisas de Severino, padre de ambos. Le pesa Hispania como todo deber, pero la muerte es una pluma al vuelo. Aires prendidos en telarañas ahogan el brillo de reinos y el talento del hombre. El Señor prueba a su tripulante con el óbito fraterno y él responderá con rumbo certero ante la canónica catedralicia sevillana sin tifones que dupliquen el coste del desafío por cumplir.
 
Isidoro leva anclas: «Tú mismo te has forjado tu fortuna, no zozobrarás aunque el mar no sea de nácar». Los latidos subterráneos de su espíritu aspiran la brisa hispalense que orna la pieza con soplos de río cosidos con seda. Lejos de la marejada de la duda ora entre sí: «El firmamento y la Tierra están repletos de tu lustre: ¡hosanna en las alturas!».
 
Añora la cal que viste su celda según la Regula Leandri. Experto en la frugalidad virará con calma guerrera sobre el caos. La luz matutina triunfa con un ramalazo de jardín estival, avance de que llevará a su grey a puerto. La bonhomía del hermano será su giralda. Dará gracias bajo artesonados con mármoles romanos y canceles. Habrá vítores, traiciones y guerras reales, bien conoce las costumbres y el idioma de tantas tribus. Le honra regir naves a la deriva y bendice ser maestre de cultura. Seguirá apuntándola en pergaminos y tinta el resto de sus días para que talento y brillo atraquen donde puedan florecer: «Uniremos vivencias y saber. Si en cien años no nos leen, quedará un rumor dibujado en mapas inmunes a los vientos, y la fuerza de la naturaleza se sobrepondrá remontando corrientes y oleadas de calor hacia el sur, siempre hacia el sur».
 
 
Luisa Fernanda Rodríguez
Sevilla
Cátedra de Filología Anglogermánica
Polímata premiada en variopintas categorías: terminación estudios universitarios (otra carrera); poesía lírica; relato; relato breve; epitafio; ensayo; traducción; artículo periodístico; crítica literaria y cinematográfica; investigación… y tarjetas navideñas. To be continued...
(XVII Antología)
 
 

martes, 30 de enero de 2024

BASES PREMIO OROLA 2024

 


1.ª Podrán optar al Premio todos los escritores mayores de edad que remitan originales dentro del plazo señalado en estas bases, con excepción de los primeros premios de ediciones posteriores a 2014.
 
2.ª Tema: Elio Antonio de Nebrija. El estilo será libre en prosa o verso.
 
3.ª Las vivencias serán originales e inéditas, en español y que no estén concursando en otros certámenes o hayan ganado otros premios. Tampoco se admitirán traducciones ni adaptaciones. Se deberán presentar dos por cada concursante, con un máximo de mil quinientos caracteres (no palabras) por cada original sin contar los espacios. Es obligatorio que las dos vivencias versen sobre el tema propuesto.
 
4.ª Cada vivencia deberá presentarse a doble espacio y letra Times New Roman o Arial 12, sin firma, con el texto, la indicación del título y el número de caracteres que contiene cada vivencia. Los envíos se realizarán al correo electrónico concurso@orola.es, indicando en el asunto: «Premio Orola de Vivencias 2024». En el mismo correo deberán adjuntarse dos archivos de Word: uno con los datos personales (vivencias que concursan, nombre y apellidos del autor, año de nacimiento, ciudad y país de origen, dirección completa, correo, teléfono y breve currículum literario) con el nombre de «Plica»; y el otro archivo con los textos participantes y con el título de «Vivencias». 
 
5.ª El plazo de admisión de originales se iniciará el 1 de enero de 2024 y finalizará el 30 de abril de 2024.
 
6.ª Se concederán los siguientes premios:
 
Primer premio: 5000 euros
Segundo premio: 2000 euros
Tercer premio: 1000 euros
 
7.ª El fallo del jurado será inapelable. Podrá quedar desierto solamente el primer premio y para ello será necesario el acuerdo mayoritario del jurado que se guarda el derecho de poder conceder ese primer premio vacante al segundo y el segundo al tercero si lo estima procedente.
 
8.ª La renuncia a un premio conllevará su adjudicación a la vivencia clasificada a continuación.
 
9.ª Las vivencias premiadas quedarán de propiedad de Ediciones Orola. El resto de los originales serán destruidos, no admitiéndose peticiones de devolución. 
 
10.ª La editorial tiene la potestad de publicar una Antología con las mejores vivencias presentadas al concurso, para lo cual, cada participante concede, por el mero hecho de presentarse, autorización tácita a Orola, S. L. para la publicación de su original en dicho libro, salvo indicación expresa en la plica. Si no aparece especificado en la plica, una vez seleccionado el texto para la Antología el autor no podrá renunciar a su participación.
 
11.ª Salvo contratiempo, la Antología se editará en noviembre de 2024 y se entregarán los premios. Cada autor tendrá derecho a recibir gratis dos ejemplares retirándolos en la sede de Orola, S. L. Para envíos por correo postal consultar previamente.
 
12.ª Los premios están sujetos a la fiscalidad española y cualquier reclamación se someterá a los Tribunales de Madrid, España.
 


ASÍ ESCRIBEN NUESTROS AUTORES

 




«… ¿Puede un hombre ser un puente por el que la Antigüedad cruce el anchuroso río de la Edad Media? ¿Puede un hombre derrotar una herejía? ¿Puede un hombre tallar para el futuro el perfil de un rey? ¿Puede un hombre unir la espada goda a la cruz latina, la sangre en tinta?, ¿y unir a dos pueblos, conquistador y sometido, en una misma fe?... (pág. 24, Javier Izcue Argandoña, «Luz que alumbra»).


lunes, 29 de enero de 2024

ANTOLOGÍA 2023: SAN ISIDORO A CABALLO, MADE IN SPAIN

 



SAN ISIDORO A CABALLO, MADE IN SPAIN

 
 
«Eres, oh, España, la más hermosa de todas las tierras que se extienden de occidente a la India».
 
En la portada del Cordero, ubicada en la colegiata de San Isidoro de León, alza el vuelo hacia el cielo una imponente estatua ecuestre de este santo. Flaco favor le hace la ucronía de la historia que nos lo presenta montado a caballo, esgrimiendo una espada en la mano derecha como un Santiago Matamoros. Por suerte o por desgracia, la mano ha sido destruida. Ni san Isidoro ni tampoco Santiago asentaron sus posaderas sobre las grupas de corceles blancos y mucho menos blandieron espada alguna.
 
San Isidoro de Sevilla o de León, como más gustéis, trae musgo en el idioma, tratados de astronomía y geografía, diálogos, enciclopedias, su Historia gothorum llena de patriotismo y de buen «facer Españas», sus Etimologías y hasta un diccionario de sinónimos.
 
«No soy ese del caballo», grita desde lo alto del pedestal con la mano derecha cercenada quién sabe en qué episodio.
 
Su hermano Leandro le adiestró para sucederle en el obispado de Sevilla. Isidoro vio la maldad de Leovigildo, que mandó encarcelar y matar a su propio hijo Hermenegildo, heredero y príncipe ya jurado. Y fue artífice con su hermano en la conversión de Recaredo al catolicismo.
Pocos como san Isidoro pueden presumir de transmitir un sentimiento de unidad lingüística, religiosa y política para toda la península ibérica, respaldado por escritos en lo precoz de la historia. A esta tierra, a este reino, san Isidoro lo denominó Hispania.
 
San Isidoro viene de un tiempo pretérito que se repite en nuestro presente. Él es la arcilla de la lengua.
 
«No soy ese de la espada, traigo paz y trigo en mi mano, raíces nuevas para crecer», se desgañita.
 
 
Luis Miguel Carreras Jiménez
Licenciado en Derecho y Periodismo
(XVII 
Antología)
 
 
 

viernes, 26 de enero de 2024

ANTOLOGÍA 2023: UNA MENTE ENCICLOPÉDICA Y UN ESPÍRITU CONCILIADOR

 



UNA MENTE ENCLICLOPÉDICA Y UN ESPÍRITU CONCILIADOR
 
 
El hombre pensativo se acaricia las luengas barbas. Hace poco que ha detenido el frenesí galopante de su muñeca. Relee lo que lleva escrito y suspira. Pero es tanta la emoción que le provoca su proyecto intelectual y moral, su ansia de ilustración, su deseo de divulgación, que su Sententiae, la obra pastoral que ahora le ocupa, le supone casi un remanso en medio de la vasta y magna obra intelectual que se ha propuesto llevar a cabo. Estudioso del griego y el hebreo, es consciente de que el latín peninsular que se extiende por la Hispania visigoda debe ser un instrumento de unión, la argamasa que aglutine la común aspiración de prosperidad material y espiritual del pueblo y sus reyes. A pesar de que se encuentra en el momento álgido de su capacidad intelectiva, sabe que la cultura en sí misma estaría coja si le faltase la ética, de ahí su preocupación episcopal que ahora le ocupa. De repente, en medio de sus reflexiones, entra en el estudio una mujer que le dice: «Descansa un poco, Isidoro, es la hora de la cena y llevas muchas horas trabajando». Isidoro levanta la cabeza y mira a su hermana. «Acércate, Florentina», le dice y luego le lee un fragmento de su trabajo: «Es justo que el príncipe esté sujeto a sus propias leyes. Pues solo cuando también él respete las leyes, podrán creer que estas serán guardadas por todos». «¿Qué te parece?». «Qué sabio eres, hermano —dice la hermana que tanto lo admira—, pero ahora descansa un rato». Isidoro le sonríe y abandona su asiento. Salen juntos de la estancia, ella satisfecha por no haber encontrado oposición a su súplica y él sabiendo que tardará muy poco en volver al escritorio, tan ingente y ambiciosa es la tarea que se ha propuesto llevar a cabo de transmitir la cultura clásica y unificar el reino visigodo bajo una legislación y una lengua común.
 
 
Juan de Molina
(XVII Antología)
 
 

ASÍ ESCRIBEN NUESTROS AUTORES

 




«Mi hermano volvió un día de la clase de Historia asegurando que ya había encontrado su vocación. Ilusionados, mis padres esperaban que fuera la abogacía, la arquitectura o la docencia, pero él, solemne, respondió que quería ser como san Isidoro de Sevilla. La sorpresa fue mayúscula. Que alguien tan lejano en el tiempo fuera su modelo a seguir en un principio alarmó a mis progenitores que, lejos de desalentarle, esperaron prudentes a ver a dónde conducía tal aspiración…» (pág. 22, Paloma Hidalgo Díez, «La inspiración»).

 


miércoles, 24 de enero de 2024

ANTOLOGÍA 2023: GEOMETRÍA DE UNA IDEA

 




GEOMETRÍA DE UNA IDEA
 
 
Un rayo de sol vespertino dibuja una recta precisa sobre mi desvencijado pupitre de madera, atraviesa imparable este papel en el que escribo y recorre la tarima polvorienta donde reposan las piernas del catedrático, entrecruzadas con cierta pretensión de elegancia, hasta refractarse en el encerado fragmentándolo en dos rectángulos asimétricos e iluminando con su brillo rojizo, justo en la mitad del segmento que constituye sus lados, el garabato de un nombre y su tiempo:
 
Isidoro de Sevilla
(ca. 560-636)
 
Me sonrío y vuelvo la cabeza buscando una mirada cómplice que, como yo, haya reparado en la belleza del trazo firme que convierte al hispalense en bisagra gráfica de dos mundos, pero solo encuentro rostros ceñudos, reconcentrados en la toma meticulosa de apuntes, o miradas somnolientas que perdieron hace mucho el hilo de este curso invernal de Filosofía.
 
En la inmensa brevedad de los minutos que tarda en irse la tarde, Isidoro se yergue, paradojas de la historia, frontera y unión del universo antiguo y el Medievo, lo mediterráneo y lo germánico, el paganismo y la doctrina eclesiástica. Con él se pone el punto a la tradición clásica y de él emerge un nuevo orden mundial cristiano inspirado en el reino visigótico español, primera nación del Occidente europeo, mi tierra. Miro por la ventana y ya es de noche.
 
 
Clara R. C.
(XVII Antología)
 
 
 
 


martes, 23 de enero de 2024

ASÍ ESCRIBEN NUESTROS AUTORES

 





«… Entonces recordó las voces de san Isidoro sobre la música, los campos o la eternidad y por alguna razón sintió que nada del mundo le resultaba extraño» (pág. 20, Ángel Pérez-Martínez, «In memoriam»).


lunes, 22 de enero de 2024

ANTOLOGÍA 2023: LA LUZ QUE ALUMBRA

 



LUZ QUE ALUMBRA
 
 
¿Puede un cuerpo ser la colmena de un enjambre de abejas; su boca ser panal para la miel?
¿Pudo el hombre encerrado en ese cuerpo de niño tener tres hermanos santos? ¿Y podría ese hombre dar nombre a un rito litúrgico y a un tipo de letra?, ¿escribir una crónica universal?, ¿ser toda una tradición? ¿Puede tal hombre conservar en un libro el saber del pasado perdido y prefigurar el conocimiento de lo venidero?
 
Ese hombre toma su cazamariposas y sale al mundo. Regresa a su retiro, moja su pluma y escribe sobre las lindes de los campos o sobre los adornos en las cabezas de las mujeres o sobre la noche o sobre los sepulcros o sobre los signos en los textos escritos o sobre los ríos y los montes o sobre los perfumes y ungüentos o sobre Dios y sus nombres (El, Elohim, Eloah, Sebaot, Elyón, Ehyeh, Adonay…).
 
¿Puede un hombre ser un puente por el que la Antigüedad cruce el anchuroso río de la Edad Media? ¿Puede un hombre derrotar una herejía? ¿Puede un hombre tallar para el futuro el perfil de un rey? ¿Puede un hombre unir la espada goda a la cruz latina, la sangre en tinta?, ¿y unir a dos pueblos, conquistador y sometido, en una misma fe?
 
Ese hombre dedica su vida a conocer todas las palabras. Pero cuando va a pronunciarlas, de su boca sale un rumor de hojas secas pisadas por un ocupado lector del siglo xxi sin tiempo para detenerse y aprender, por ejemplo, que «negocio» es contrario a «ocio»…
 
Cae entre la hojarasca alguna semilla que germina en la oscuridad y en el silencio. Hispania es una de ellas. Mil quinientos años después seguimos aquí, desvelando etimologías y vislumbrando significados para el sueño de ese hombre, Isidoro de Cartagena, de Sevilla, de León, de todas y de tantas Españas…
 
 
Javier Izcue Argandoña
(XVI
Antología)
 
 

viernes, 19 de enero de 2024

ANTOLOGÍA 2023: LA INSPIRACIÓN

 



LA INSPIRACIÓN
 
 
Mi hermano volvió un día de la clase de Historia asegurando que ya había encontrado su vocación. Ilusionados, mis padres esperaban que fuera la abogacía, la arquitectura o la docencia, pero él, solemne, respondió que quería ser como san Isidoro de Sevilla. La sorpresa fue mayúscula. Que alguien tan lejano en el tiempo fuera su modelo a seguir en un principio alarmó a mis progenitores que, lejos de desalentarle, esperaron prudentes a ver a dónde conducía tal aspiración.
 
Empezó por aprender latín y griego gracias a un profesor jubilado que vivía en el bloque; el docente, asombrado por el entusiasmo del alumno, le recomendó las lecturas de san Gregorio Magno y otros padres de la Iglesia que el propio san Isidoro leyó, y que él, en ese afán de seguir la estela de uno de los hombres más sabios de su época, devoró con avidez.
Al poco, la biblioteca del barrio se le quedó pequeña. Y las estanterías de la casa se vieron desbordadas con toda la bibliografía que pudo conseguir sobre el de Sevilla.
 
Los cambios físicos también llegaron, la barba —entrecana a pesar de su edad—, la profundidad en el mirar, el habla sosegada y, sobre todo, ese talante conciliador y analítico que nos dejaba asombrados a los que habíamos conocido a aquel adolescente rebelde que estaba en contra de todo y de todos.
 
Y no hará falta que explique que fue el primero de su promoción en las varias carreras que cursó, que en las librerías hay un nutrido número de obras suyas y que hoy, en el Parlamento Europeo, mis padres, como yo, hubieran estado exultantes de escuchar en su primer discurso en la Asamblea las palabras de aquel al que quiso emular —«Entiendes que en el dolor se te prueba para que no te abatas, entiende que se te prueba en la prosperidad para que no te exaltes»— antes de recibir una cerrada ovación.
 
 
 
Paloma Hidalgo Díez
Nacida en Madrid, reside en Alcalá de Henares
Es de ciencias porque estudió Químicas y de letras porque no puede vivir sin leerlas y sin escribirlas
Premios: primer premio de microrrelatos de IASA Ascensores; finalista anual del concurso de Relatos en Cadena de la SER y Escuela de Escritores; primer premio del certamen de Microrrelatos Mineros; finalista mensual del concurso de la Microbiblioteca y ganadora del certamen de relato de Aldeas Infantiles
(XVII 
Antología)
 

jueves, 18 de enero de 2024

ASÍ ESCRIBEN NUESTROS AUTORES

 





«… No, Roma no está perdida; / resucita en un prometedor afán. // Y hoy, en el triunfo de la memoria, / yo, Isidoro, su albacea, puedo testificar / que ahora es el tiempo de Hispania» (pág. 16, Amelia de Querol Orozco, «Roma e Hispania»).


miércoles, 17 de enero de 2024

ANTOLOGÍA 2023: IN MEMORIAM

 



IN MEMORIAM
 
 
Un instante después de que la moto lo atropellara, el profesor Wallace M. Lindsay, de casi ochenta años, recordó aquel lluvioso día de noviembre de 1910. Se vio a sí mismo sentado en uno de los escritorios de cerezo de la biblioteca del Jesus College de Oxford mientras leía unos textos en latín. Rememoró su angustia por entregar a tiempo el trabajo al editor de la Scriptorum Classicorum Bibliotheca Oxoniensis. Se le habían acumulado las tareas. Por aquel entonces también debía terminar varios artículos para la Enciclopedia británica. Pero lo que tenía entre manos superaba sus cálculos. Leía un códice escrito alrededor del año 615: retórica, gramática, matemática, astronomía, leyes. Lindsay se perdía entre las anotaciones y el texto era un bosque frondoso cuyas ramas lo rodeaban. Y más a medida que se internaba: hombres y seres prodigiosos, piedras, metales, lenguas, juegos, vestidos. Era un intento por definir el universo. Desde anotaciones astronómicas a la mención de los tatuajes de sus ancestros escoceses. Leía Lindsay entre maravillado y aturdido, no sabiendo a quién podría interesarle —más allá de los eruditos— aquel compendio del mundo antiguo escrito por un obispo hispano. Las Etymologiae le exigieron de todos sus conocimientos de latín. Al entregar su trabajo se preguntó sobre la utilidad de aquella edición. Treinta años después, tendido sobre el asfalto de Saint Andrews, evocó aquello de que «los huesos son el armazón del cuerpo» suponiendo que tendría alguno roto. Y al acercarse algunos viandantes, susurró aquellas palabras de «los ciudadanos reciben este nombre porque conviven en un mismo lugar». Entonces recordó las voces de san Isidoro sobre la música, los campos o la eternidad y por alguna razón sintió que nada del mundo le resultaba extraño.
 
 
Ángel Pérez-Martínez
Profesor universitario
Doctor en Literatura Española por la Universidad Complutense de Madrid
Premio Internacional de Crítica Literaria Amado Alonso (2006)
(XVII Antología)
 
 
 

martes, 16 de enero de 2024

BASES DEL PREMIO OROLA 2024

Si ya has participado en el Premio Orola otros años, conocerás las bases y tal vez no necesites estas recomendaciones, pero nunca está de más hacer un pequeño recordatorio. Ahí va.

Para presentarte al Premio Orola las vivencias no deben pasar de los mil quinientos caracteres y son necesarias dos, ambas sobre el tema propuesto. No pueden estar participando a la vez en otros certámenes o haber sido premiadas. Hay un plazo de recepción de los trabajos que finaliza el 30 de abril. Y es importante que incluyas en la plica, además de tus datos personales, un teléfono y un correo electrónico para poder comunicarnos contigo en caso de estar entre los cien que formarán parte de la antología. Por último, no te olvides de indicar si no quieres que publiquemos tu texto, porque en el supuesto de ser seleccionado y no aparecer nada en la plica, no podrás renunciar a esa selección. 



ASÍ ESCRIBEN NUESTROS AUTORES

 




«… ¿Cómo seguir siendo romanos cuando Roma cayó hace dos siglos? A Isidoro se le hace urgente compilar todo el saber clásico antes de que se extravíe del todo, una tarea intelectual no menos heroica que la que llevó a cabo Hércules separando Hispania de África. Y si no son romanos, ¿qué son? ¡Hispanos!, los albaceas de Occidente. Isidoro empuña el cálamo y comienza a escribir su obra Etimologías» (pág. 14, Héctor Daniel Olivera Campos, «El cálamo es más fuerte que la espada») Tercer Premio.


lunes, 15 de enero de 2024

ANTOLOGÍA 2023: ROMA E HISPANIA (O EL TRIUNFO DE LA MEMORIA)

 



ROMA E HISPANIA (O EL TRIUNFO DE LA MEMORIA)

 
 
Se nos muere y agota,
en un silencio casi irreverente,
el recuerdo de la urbe y su imperio.
¡Roma!
 
Como esta piedra que ahora abandona mi mano,
hundiéndose en el Lete,
perdiéndose en un susurro de ondas que se desvanecen
como se desvanecen los tiempos
y todas sus glorias.
Como esa piedra.
¡Roma!
 
Hoy palidecen los siglos
en el perfil del olvido;
se marchita y mustia
el silbo de los besos de un ayer en laureles,
de un ayer florido en conquistas.
¡Roma!
 
Hoy, trémula en páramos,
abotargada en gemidos de amnesia,
se reseca y extingue
anunciándonos una oscura noche
y el ocaso de los tiempos de la memoria.
¡Roma!                     
 
Pero en el albor,
la voz del rocío canta nuevas gestas.
Las aguas ahora rinden loores a Mnemósine
mientras que una suerte de nueva corriente
anuncia las lanzas del destino,
de un porvenir sin par,
de una patria que se augura
y promete eterna.
Nace Hispania para ser relevo
y adalid de la memoria.
 
Hoy se anuncian nuevas plenitudes.
Luperca seguirá amamantando al mundo
desde una nueva tierra,
una atalaya rica en oros,
floreciente y fresca en regalos de luz.
¡Hispania!
 
Roma no se ha perdido,
solo ha mutado con más salvas y más glorias.
 
Hoy, todo el orbe se agita en despertares:
los suaves pétalos de la vida,
esos que antaño retozaron en un humus de hojarasca,
hogaño blanden, en la fertilidad de la tierra
y en la plenitud del recuerdo,
estandartes de esperanza.
 
Un paisaje infinito late en la sangre de mil huestes de almas:
todo el saber arcano resurge en la piel novicia
de una tierra generosa
que promete el horizonte incólume
de un nuevo imperio;
más fuerte, más sabio, más docto.
 
No, Roma no está perdida;
resucita en un prometedor afán.
 
Y hoy, en el triunfo de la memoria,
yo, Isidoro, su albacea, puedo testificar
que ahora es el tiempo de Hispania.
 
 
 
Amelia de Querol Orozco
Correctora ortotipográfica y de estilo. Directora y coordinadora de eventos artísticos, también ha dirigido y moderado varios talleres y tertulias literarias
Primer premio en el XXIII certamen de poesía San Jordi (Barcelona)
Publicaciones: los poemarios En los arrabales del alma, Soñar tu nombre y Silencios. Desde 2005 a 2007 ha contado con una columna semanal de opinión en el Diario de Ferrol
Es coautora en el proyecto cultural Ferrol en Feminino III: Mulleres das boas artes e das fermosas letras (Ayuntamiento de Ferrol)
(XVII 
Antología)
 

viernes, 12 de enero de 2024

TERCER PREMIO OROLA 2023: EL CÁLAMO ES MÁS FUERTE QUE LA ESPADA

 



EL CÁLAMO ES MÁS FUERTE QUE LA ESPADA

 
 
En la penumbra de su celda austera, Isidoro, obispo de Sevilla, levanta su vista de la última página de La ciudad de Dios. En ella, su autor, Agustín, doctor de la Iglesia, se aferra a su fe para no sucumbir. Los godos habían saqueado Roma y toda una civilización acababa de ser destruida.
 
Agustín —quien murió en Hipona, asediada por los vándalos— tuvo razón, la ciudad espiritual de Dios prevaleció y con ella la cultura clásica, ya intrínsecamente ligada a la cristiandad. La espada bárbara fue vencida por la cruz y por el cálamo. Los conquistadores fueron conquistados al recibir el bautizo en la fe de Cristo y adoptar el latín por lengua.
 
Dios es inconmovible en su eternidad, pero el tiempo de los hombres es inseguro. La civilización occidental no se ha desvanecido, pero su estado aún es precario. Los godos, que gobiernan como una casta y someten a la población hispanorromana, mantienen la costumbre bárbara de guerrear y asesinarse entre ellos para ceñirse la corona; las ascuas de la herejía arriana aún perduran y desde oriente llegan los ecos de una nueva fe que ha decretado una guerra santa, cuando ninguna lo es.
 
Sin legado ni sabiduría los hombres poco distan de las bestias. ¿Cómo seguir siendo romanos cuando Roma cayó hace dos siglos? A Isidoro se le hace urgente compilar todo el saber clásico antes de que se extravíe del todo, una tarea intelectual no menos heroica que la que llevó a cabo Hércules separando Hispania de África. Y si no son romanos, ¿qué son? ¡Hispanos!, los albaceas de Occidente. Isidoro empuña el cálamo y comienza a escribir su obra Etimologías.
 
 
Héctor Daniel Olivera Campos
Barcelona, 1965
Escritor apasionado de la literatura y la historia
Premios: ganador del I concurso de microrrelatos ELACT Cartagena (2013); cibercertamen literario Hypatia de Alejandría de literatura breve (2013 y 2017); III certamen de microrrelatos de historia Francisco Gijón (2015); XI Premio Saigón de Literatura (2017); XV premio de relato corto El coloquio de los perros (2017); I certamen de relato corto Té Cuento (2018); IV certamen de cuentos de Ultramar (2018); XIV concurso de relatos de viaje Moleskin (2019); III concurso de relato hiperbreve de Rivas (2020); IX concurso de microrrelatos Ribeira Sacra-Parada de Sil (2021); I concurso Akelarre (2021) y segundo en el Premio Orola de Vivencias (2022).
Publicaciones: La última sonrisa del dinosaurio. 101 relatos de humor
(XVII Antología)
 
 
 

jueves, 11 de enero de 2024

TEMA PREMIO OROLA 2024: NEBRIJA

Ya sabéis todos que la propuesta de la editorial para el Premio Orola de este 2024 es escribir sobre Elio Antonio de Nebrija.

Una buena iniciación para introducirse en su trayectoria vital y profesional nos la ofrece la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes en este enlace que con total seguridad os ayudará a conocer un poco mejor a este erudito español.




ASÍ ESCRIBEN NUESTROS AUTORES

 





«… Abrigado por el espectáculo primaveral, el arzobispo se arrodilló y rezó por todos los que consiguieron sembrar, abonar y dejar crecer la semilla de la unidad en una tierra fuerte, orgullosa e invencible» (pág. 12, Lola Sánchez Lázaro-Carrasco, «Isidorus Hispalensis») Segundo Premio.


miércoles, 10 de enero de 2024

SEGUNDO PREMIO OROLA 2023: ISIDORUS HISPALENSIS

 



ISIDORUS HISPALENSIS
 
 
Como tantos otros amaneceres, unos ojos velados y acuosos recorrían el artesonado verde y bajaban hasta encontrarse con obras distinguidas. Descalzo, sintiendo el frío del mármol, acarició los lomos de los libros despacio, con ternura, como si fueran un recién nacido; Juan Crisóstomo, Agustín, Teodosio, Galeno o Hipócrates desfilaban ante él.
 
Sus pasos, obstinados, le llevaron al balcón. Observó los campos sevillanos que se perdían en el horizonte fijando la vista en esa línea que separa un mundo de otro. Su cabeza rebobinó hasta su infancia en esos mismos campos, lejos de Cartagena, ciudad de la que huyeron sus padres y hermanos empujados por los bizantinos. Recuerdos que le punzaban el alma a la vez que le reconfortaban. Solo quedaba él, su familia voló hacía demasiado tiempo. La vida corría, se sumergía en abismos impenetrables y trepaba después con fuerza hasta la cima.
 
Cuántos reyes vio llegar e irse, cuántos pueblos también. Leovigildo logró la unidad étnica; Recaredo, la religiosa; Sisebuto, aquel rey letrado con el que comenzó el esplendor cultural. Un mosaico de romanos, vándalos, suevos o alanos, como una torre de Babel, donde se configuraba un reino nuevo, amalgama de culturas, acunado entre gentes y tierras dispares.
 
Y ahora, la muerte le acechaba y estaba preparado. Se iba como llegó, sin equipaje, agradecido a la vida, con los deberes hechos; Hispania emergía. Su magnífica oratoria le ayudó, la producción literaria sería un legado. Su fe en Dios hizo el resto.
 
Abrigado por el espectáculo primaveral, el arzobispo se arrodilló y rezó por todos los que consiguieron sembrar, abonar y dejar crecer la semilla de la unidad en una tierra fuerte, orgullosa e invencible.
 
 
 
Lola Sánchez Lázaro-Carrasco
Nacida en Madrid en 1963
Licenciada en Historia por la Universidad Complutense de Madrid
Premios: finalista en el Premio Salzillo (2007); en el certamen de narrativa breve Canal Literatura (2009); en el certamen de Cartas de Amor del Ayuntamiento de Alcaudete (2010) y en el I concurso de microrrelatos Lorenzo Silva (2011)
Publicaciones en diversos certámenes literarios: Fergutson (2010); Ediciones mp (2012); Hipálage (2011 y 2012); Orola (2014 y 2015); Versos en el aire (2013 y 2016) e Historias del confinamiento (2020). Tuvo una sección sobre relato histórico en la revista literaria Las dos Castillas, hoy ya desaparecida
(XVII Antología)
 
 

PREMIO PARA JESÚS ANDRÉS PICO REBOLLO

Jesús Andrés Pico Rebollo —uno de nuestros autores más fieles y, además, el único que en el Orola ha obtenido un primer premio en el año 2008, un segundo premio en el 2017 y un tercer premio en 2019— sigue acumulando galardones. El último ayer, pues ha ganado el XXI Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma con el poema «Vino la muerte y se instaló en sus ojos». Enhorabuena y a por muchos más en este 2024.



martes, 9 de enero de 2024

ASÍ ESCRIBEN NUESTROS AUTORES

 




«… La formidable labor de recopilación, selección y transmisión de Isidoro de Sevilla fue el primer paso para situar a España en el mosaico de lenguas y culturas que brotaban sobre las cenizas del mundo latino, impulsadas por la fuerza con que nacen los pueblos…» (pág. 10, Andrea Marcolongo, «España en potencia») Primer Premio.


lunes, 8 de enero de 2024

PRIMER PREMIO OROLA 2023: ESPAÑA EN POTENCIA

 


ESPAÑA EN POTENCIA
 
 
Me gusta imaginar que soy la única de los participantes en este concurso que ha tenido el privilegio de mirar a España, a sus lenguas, a sus culturas, a sus geografías con los mismos ojos con los que los contemporáneos de Isidoro de Sevilla miraban al futuro de la península ibérica: un destino español en potencia.
 
La primera vez que leí las Etimologías (u Orígenes) todavía no hablaba castellano. Mil quinientos años antes, tampoco lo hablaban los lectores de este autor docto y genial. Era demasiado pronto; para mí, que solo era una quinceañera italiana que estudiaba latín y griego, y para ellos, los ibéricos, que en el siglo vi-vii construían su identidad y su idioma sobre las ruinas del Imperio romano tras las contaminaciones fenicia, griega, celta, cartaginesa.
 
La formidable labor de recopilación, selección y transmisión de Isidoro de Sevilla fue el primer paso para situar a España en el mosaico de lenguas y culturas que brotaban sobre las cenizas del mundo latino, impulsadas por la fuerza con que nacen los pueblos. Durante los siglos de la Edad Media hasta la época moderna, Isidoro fue el origen y el motor de las culturas españolas, un precursor del fuego —«ardiente», así Dante Alighieri defin el espíritu del sabio situándolo en el paraíso de la Divina comedia (canto X, v. 131)— y de toda la fantasía, audacia y originalidad que han hecho, de este mundo antiguo en potencia, el presente de las Españas.
 
Varios años después, un destino que no podía conocer me ha llevado a querer profundamente a España y a su lengua; Isidoro de Sevilla sigue siendo para mí la chispa de ese futuro español en potencia que se ha transformado en la casa, los idiomas, el presente de todos los españoles y en el mío también.
 
 
Andrea Marcolongo
Crema (Italia), 1987, actualmente vive en París
Escritora y crítica literaria
Licenciada en Letras Clásicas por la Universidad de Milán, tiene un máster en Escritura Creativa de la Escuela Holden de Turín
Publicaciones: La lengua de los dioses (2017); La medida de los héroes (2019); Etimologías para sobrevivir al caos (2021) y El arte de resistir (2022). Próximamente, Taurus también publicará su último libro sobre la noche que la autora pasó sola en el Museo de la Acrópolis de Atenas. Sus libros han sido traducidos a veintiocho lenguas
Colabora con radios y periódicos italianos (La Repubblica, La Stampa), franceses (Le Figaro) y españoles (ABC y Cadena SER)
(XVII Antología)