LEGADO
En la serena quietud de su alcoba, Antonio de Nebrija,
envuelto en el silencio de la noche, se sumerge junto a la débil luz de una
vela en la monumental tarea que tiene entre manos, la creación de su obra
magna. Es 1492, un año de descubrimientos y transformaciones, de cambios y
nuevos horizontes. Cada trazo de su pluma entrelaza el destino del idioma
español con el suyo propio en un nexo indisoluble que perdurará a través de los
siglos.
La Gramática de la lengua castellana es un tributo a
su lengua materna, una apuesta por el futuro de su patria. Las páginas que
descansan sobre su escritorio están prestas a cobrar vida. Recuerdos de
juventud, los años de estudio y reflexión se agolpan en su mente mientras
redacta. Añora aquellos días, cuando la pasión por las letras lo consumía como
un fuego ardiente. Sus largas horas de estudio, los debates entre colegas
eruditos, ciertos viajes en busca de manuscritos antiguos… todo ello lo ha
llevado a ese momento crucial.
Cada palabra, cada regla gramatical será un pilar que
sostendrá el edificio de una lengua en evolución constante, como una semilla a
plantar en el fértil terreno de la cultura, asegurando la pervivencia y
grandeza de su idioma. Pero no es solo su historia la que se plasma en las
páginas, es la de un pueblo que anhela ser conocido y respetado en todo el
mundo.
Nebrija, arquitecto de referencia en el campo de las
letras, al compartir su saber en un acto de amor y devoción hacia su lengua es
consciente de que con su tratado está esculpiendo el alma de una nación en
ciernes. Siente que, con su legado de formación y conocimiento, esculpe un faro
para generaciones venideras, dejando una huella imborrable en el tapiz del
tiempo.
Jesús Bermejo Lecuona
Licenciado en Derecho.
Funcionario del Estado.
Pamplona.
(XVIII Antología)
No hay comentarios:
Publicar un comentario